"Lim tíralo ya"
El futbol va a una velocidad vertiginosa. Hace dos telediarios el Valencia ganaba en Almería 2-3 y el Valencia se metía en la previa de la champions. Hace telediario y medio Rufete y Salvo eran los ídolos de la afición pero como en el club lo eran de barro llegó la riada veraniega y se los llevó. Y hace un telediario Kempes presentaba a los nuevos fichajes de Nuno-Mendes-Lim para hace una semana pegarles una andanada de tortas como no se recuerda. ¿Ven? La velocidad es el tocino del fútbol.
Pero algo no ha cambiado. Ya lo dijo Nuno cuando contestó extrañado a Kempes; "desde que Lim llegó aquí no ha cambiado nada". Pues ese es el problema amigo entrenador. Que nada ha cambiado. Rufete y Salvo no mandaban y fueron por el aire. Mendes ya mandaba y desde este verano participa sin tapujos. Y Lim lo ve todo desde las alturas pero consiente y por tanto aprueba todo lo ocurrido. Y a Lim, aunque nadie le señale con el dedo porque llegó con su dinero a salvar una situación económica critica, Mestalla le hizo ver el sábado la realidad de los hechos. No la de los puntos. Y los hechos son que hay muchas cosas que no gustan por muchos 77 puntos que se consiguieran la pasada temporada.
Al valencianista de a pie le parece -en general- buena o muy buena la llegada del magnate singapurense al Valencia. Ofreció comprar el club, el patronato lo aceptó, la Generalitat no se opuso y Bankia pactó con él. No hay discusión ya que todos los actores lo aceptaron de buen grado. Y para el valencianista era un soplo de aire fresco y la ilusión de un Valencia mejor. Pero al valencianista de a pie no todo lo que huele a Lim le parece bien. Porque el año pasado los 77 puntos de la liga taparon la boca de muchas cosas que, aunque no se dijeran dados los buenos resultados ligueros, se guardaron en el subconsciente de la gente. Y el subconsciente guarda, pero no olvida.
Al valencianista en general no le acabó de gustar aquello de tirar a Pizzi -y mucho menos como se hizo- para traer a un desconocido técnico portugués cuyo mayor aval era entrenar al Rio Ave y ser amigo del dueño que todavía no era dueño. Ah, y que a su vez era amigo y representado de Mendes. Y el valencianista sabe que, en cualquier otra circunstancia, Nuno jamás habría llegado al Valencia el verano pasado. Porque su llegada no atendió a criterios estrictamente deportivos. Y ese mismo valencianista, que aceptó la voluntad del futuro dueño, vio como Mustafi, Otamendi, Orban o Negredo vinieron de la mano de Rufete-Ayala-Salvans. Los que ya estaban. Mientras que para completar la plantilla, los que llegaban al club aportaron jugadores de la liga portuguesa de mucha juventud, poco curriculum y precio alto. De ellos, André fue un gran acierto, pero los Rodrigo, Cancelo, Vezo (que aunque vino antes ya lo trajo Mendes) o Filipe Augusto no aportaron lo que se esperaba de jugadores que trae el nuevo dueño a su nuevo club. La gente entendió que con nuevo dueño había que aceptar algunas peculiaridades. Pero esas cosas se guardan en el subconsciente. Aunque no nos demos cuenta.
Y empezó la liga. Muy bien en cuanto al nivel de juego y resultados pero a medida que pasaron los meses el juego perdió brillo aunque los resultados se mantuvieron firmes. Lim compró en Octubre y un nuevo horizonte se abría en el valencianismo; ávido de estrellas y esperando verlas sobre el césped. Llegó el mercado invernal y con él otro jugador de la liga portuguesa. Este también de alto precio pero mejor curriculum tras la final del Mundial con Argentina. Para entonces Rufete ya no fichaba aunque todavía estaba.
La segunda vuelta echó al Valencia de la Copa en 4 días (literalmente) y el consiguiente cabreo de la grada, aunque el fracaso se compensó con un nivel de puntaje liguero muy alto hasta el final. Pero algo ya chirriaba en casa. El run run del mal juego del equipo fue palpable en muchos partidos de la segunda vuelta. Pero como la pelota acababa entrando y ante los grandes se dio un nivel estratosférico, el subconsciente de la grada se marcho de vacaciones esperando un Valencia 2015-2016 mucho mejor. El primer proyecto íntegramente Lim.
Se tuerce el cuento de hadas
Y aquí es donde se tuerce el cuento de hadas. Sin puntos que ganar cada domingo, el club empezó el partido para quitarse de encima a Rufete y Salvo. O invitarles a marcharse. El léxico no cambiará los hechos. Tenían que hacerlo y Caio fue la bomba utilizada. De Imbulá pasamos a un brasileño fichado sin avisar a nadie que hasta tres médicos tuvieron que descartar para Mendes no lo colocara aquí por 16 millones. Pero el KO a las victimas ya era técnico. El Director deportivo y el presidente de la afición fuera. Nuno al poder aunque se niegue a aceptarlo cada vez que le preguntan por su doble cargo. Y el valencianista, en casa pero sin perder ripio de lo que estaba pasando. Y el cajón del subconsciente rebasando lo aceptable. La presentación del equipo solo fue un aviso.
Y así empezó la planificación deportiva de Nuno-Mendes-Lim. El nuevo grupo gestor. Sin nadie que incordiara. Llegaron un par más de jugadores de la liga portuguesa (ya son siete en la plantilla) y sustitutos para los que no estaban; Ryan por Alves y Abdennour por Otamendi. Bakkali y Mina (ni de Portugal ni sustitutos de nadie) pusieron la nota de inteligencia de cualquier club grande que también debe fichar juventud del resto de ligas. Parejo y Piatti renovaron, pero no taparon el gran asunto del verano; la torpe y dolorosa gestión en salida de Otamendi. El desagradecido argentino ya avisó en Febrero que se iba, se acabó marchando y dejó al Valencia sin central estrella en la previa. Y en el club nadie evitó nada por muy avisados que estuvieran. Y hablando de estrellas, se pasó la previa y se esperaban grandes nombres antes del cierre de mercado. Oficialmente, el fair play lo impidió. Y moscas de la grada tras las orejas. Y consciente cada vez ocupando más espacio al subconsciente.
La previa de Champions y muchas sombras
Y así volvió el fútbol. Con una luz en forma de previa de champions y muchas sombras. El Valencia llegó al bombo de la UCL pero en eso se quedó. Pretemporada gris, temporada liguera gris y arranque de champions con derrota. Los fichajes no elevan el nivel y los suplentes no están a la altura de los titulares del año pasado. Y con una astronómica inversión oficial que supera a casi cualquier club de Europa. A cambio, el equipo juega más o menos igual que el año pasado, pero como ahora no se gana y muchas veces ni merece hacerlo, el valencianismo ha sacado a pasear todo lo que lleva dentro desde que esta historia comenzó.
¿Qué por qué este relato corto de la realidad? Porque seguro que al leer la historia, se dan cuenta de por qué el famoso ‘Nuno vete ya’ no solo tiene que ver con no ganar en la cuarta jornada. No es lógico semejante cabreo de la grada teniendo en cuenta que el Valencia no ha perdido todavía en liga y que se pueden recuperar los puntos con un poco más de acierto y un poco más de fútbol. Nada que no tenga solución. Pero en el fondo del vaso el poso del valencianismo está lleno de muchas cosas que ha ido viendo y que no le gustan. Y al final, si los puntos lo tapan, la gente traga. Pero si encima los resultados no acompañan, el subconsciente que todos llevamos dentro saca a pasear todo lo que no gusta. Que si la planificación deportiva, que si el rendimiento de los fichajes, que donde están las estrellas, que si las estrellas de los demás rivales, que si el fútbol del equipo, que si las decisiones del entrenador, que si su discurso…
Como bien saben, todo lo que les he relatado ha ocurrido. No me he inventado nada, solo lo he colocado en su orden cronológico. Y si después de todo lo expuesto, Nuno se mantiene firme en afirmar públicamente que si el ‘Nuno vete ya’ no obedece a rendimientos deportivos "no le importa", puede acabar teniendo muchos más problemas de los esperados. Porque el Valencia es de la gente por mucho que tenga un máximo accionista.
No me canso de decirlo. Lo saben Soler, Soriano, Roig, Llorente…a la grada hay que escucharla pero sobre todo entenderla. Desde el dueño hasta el entrenador. Si no te acaba tumbando. Que ésto no es Inglaterra. Que la Premier no se puede comparar con la Liga. Ni Valencia con Manchester. En nada. Y Mestalla pitó primero en la presentación por lo ocurrido en verano. Después le pitó por cuestiones deportivas ante el Depor, y ahora está empezando a cansarse de lo que ve. Mestalla da margen de error y perdona, pero no se calla. Pero hay que saber escuchar lo que hay detrás de los cánticos. Y, o cambian el rumbo de los acontecimientos (los deportivos y los otros), o Mestalla pasará del ‘Nuno vete ya’ al ‘Lim tiralo ya’ cada vez que la pelota no entre y cada vez con más fuerza. Nadie soporta la presión de esta grada de club grande, que apoya sin descanso, pero exige un club ganador. Y lo exige porque así se lo vendieron. Mensaje éste aplicable al entrenador, al Director Deportivo, al agente asesor y al dueño de las acciones.
Kike Mateu
Jefe de deportes de Gestiona Radio
