Tiempo muerto de Víctor Claver

Víctor Claver está siendo noticia en los últimos días. El pasado jueves se conocía que el alero valenciano dejaba por fin Portland para llegar a los Denver Nuggets. Claver cogía el avión junto a Will Barton y a Thomas Robinson. A cambio, los Blazers recibían a Arron Afflalo. Sin duda, un traspaso en el que parecían ganar todos. Los Blazers tenían a su tirador y Claver, una nueva oportunidad en la NBA. 

La primera impresión al ver a Claver en Denver era que podía tener minutos al llegar a un equipo a la deriva en el que poco o nada hay en juego. Pero nada más lejos de la realidad. Sin debutar y prácticamente al día siguiente de su fichaje, Claver era cortado por los Nuggets y su futuro se ponía cuesta arriba. Sin equipo, con el mercado Euroliga cerrado el miércoles y con pocas ganas de volver al viejo continente. El valenciano es ahora agente libre a todas todas y su futuro pende de un hilo. Sus representantes buscan una franquicia que le dé un contrato de diez días para demostrar su valía y ganarse otro más. Claver sigue con su particular objetivo de confirmar que vale para la NBA, pero lo que estamos viviendo en la última semana es una dosis de cruda y dura realidad.
 
La carrera de Víctor Claver siempre ha ido un paso por delante de lo que su juego evidenciaba. Las ansias taronjas de demostrar que había un producto de cantera potable hicieron que sus minutos en ACB subieran como la espuma. Pronto iba a irrumpir en ACB con un espectacular mate sobre Axel Hervelle en un Valencia Basket – Real Madrid. Un joven pelirrojo con un físico envidiable (2,08 metros, 107 kilos aproximadamente) exhibía su potencial y sobre todo su descaro desafiando al belga en aquella acción. Pero toda la dosis de superioridad expuesta ante Hervelle quedó en un mero espejismo.
Claver siguió progresando, de eso no hay duda, pero pronto se iba a quedar estancado. Con toda la responsabilidad de Valencia Basket sobre sus hombros, las brillantes actuaciones de Claver continuaban siendo intermitentes. Solo con Svetislav Pesic en el banquillo rindió de forma constante y jugando en el poste bajo, algo que nadie ha sabido inculcar en un alero con condiciones físicas para ser un jugador interior. Aún así, Claver no dudó en cruzar el charco en busca de la aventura NBA. Decisión cuestionable pero descarada. Hito para Valencia, que tenía al ídolo local en la mejor liga de baloncesto del mundo. Su nuevo destino era Portland, equipo maldito para los españoles en la NBA. Fernando Martín, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández y ahora Víctor Claver han sido los jugadores que han sufrido la maldición de Oregon.

La difícil situación de Víctor Claver. ¿Vuelta a Valencia?

En la actualidad, la vida de Víctor Claver gira alrededor de una misma pregunta: “¿Y ahora qué?”. Sin posibilidad de jugar Euroliga, la vuelta de Claver a Europa está casi descartada. CSKA de Moscú firmó rápidamente a Andrei Kirilenko y el Real Madrid buscaría a Claver para la temporada que viene. Valencia Basket está en Eurocup y solo puede igualar las ofertas que salgan desde equipos españoles. Además, el jugador solo piensa en seguir en la NBA.
Muchas voces tildarían de 'fracaso' y de 'paso atrás' la posible vuelta de Víctor Claver ya no a Europa sino a Valencia Basket, como el hijo que vuelve a casa en un intento fallido de emancipación. Además, ese análisis tan banal que gira sobre Claver y su sangre en la pista estaría a la orden del día. Permítanme que lo ponga en duda. Claver regresaría a Valencia con 27 años, en plena madurez deportiva, con un físico envidiable (más todavía) y con ganas de silenciar todas esas voces. Quizás sea ahora el momento de Víctor Claver. Quizás llegue ahora el año que faltó de más para dar el salto a la NBA. Quizás sea ahora el momento para confiar de verdad en él.
Independientemente de que Claver encuentre o no equipo, su mejor opción es volver a Valencia, a su casa. Además, el equipo taronja necesita un repunte de ilusión después de esta extraña temporada y el fichaje del hijo pródigo sería el primer paso. Porque, aunque no se hayan dado cuenta, las dos partes parecen condenadas a entenderse.
Carlos Martínez
Comentarista de RadioEsport