Con perdón, Rafa

Llevo varios días dandole vueltas a la cabeza. Y me apetece escribir de él. Porque desde que firmó por el Real Madrid no paro de recibir mensajes, whatsapps y llamadas con la misma pregunta "¿y ahora que vas a hacer, seguirás siendo fan de su equipo?" La respuesta, para que mentir, aun no la sé.

Comencé a tener trato con Rafa allá por el año 2004 cuando estaba a punto de ganar su segunda liga con el Valencia CF. Hasta entonces apenas había hablado con él y quizá tenía la misma imagen que puedan tener muchos de los que no le conocen, la de una persona distante e inalcanzable. Nada más lejos de la realidad. Mis múltiples conversaciones durante aquel año me hicieron descubrir al Rafa Benítez persona, enamorado de su trabajo si, pero fiel su gente y que en la distancia corta gana muchísimo. Reservado y tímido aun recuerdo como le costó salir a botar al balconcillo de Mestalla de la Avenida de Suecia tras haber conquistado otro de sus múltiples triunfos. Rafa es así.
Pero para llegar a ese punto primero tuvo que pasar por las categorías inferiores del Real Madrid, Valladolid, Osasuna, Extremadura, Tenerife... Nadie le ha regalado nunca nada quizá porque no ha sido jugador de fútbol de élite o porque su imagen no es la de otros entrenadores "glamurosos" que ganan un título, o incluso ni eso, y parece que valga por quince. A Rafa lo que le preocupa es su trabajo, lejos de los focos mediáticos, y la ambición de ganar. En eso es incansable.
Mi vida como periodista deportivo ha estado muy vinculada a su carrera como entrenador. Tras su marcha a Liverpool pude disfrutar in situ en Estambul de su triunfo en aquella mítica final de Champions League y vivir momentos inolvidables en Anfield. De aquella época solo me queda el mal sabor de que no pudiera ganar una Premier aunque estuvo a punto de hacerlo.
Conforme van pasando los años y sigues vinculado al fútbol vas descubriendo que, además de los colores de tu equipo de siempre, vas alegrándote con los triunfos de tus amigos, de aquellos que conoces y valen la pena. Eso es lo que me ha venido sucediendo con Rafa a lo largo de los últimos años. De ahí mi apoyo incondicional a cualquiera de sus equipos. He disfrutado y sufrido con el Liverpool, Inter, Chelsea, Nápoles...
Aunque hay que reconocer que han sido más alegrías que penas. Además de aquella legendaria Champions pude estar presente en Atenas, donde se cayó ante el Milán, en Amsterdam con el Chelsea en la consecución de su segunda UEFA o más recientemente en Roma donde conquistaba su Copa de Italia con el Napoli. Y siempre me he encontrado al mismo Rafa que conocí diez años atrás. Los títulos no han cambiado a la persona. Y eso, en un mundo a veces tan superficial como el fútbol, es de agradecer.
Por eso no entiendo a todos esos periodistas que sin haberse sentado en el banquillo del Real Madrid ya le están criticando y vaticinando que va a ser un fracaso. Ni le conocen personal ni profesionalmente. Porque ahora parece que todos esos que se llenan la boca en decir que si Rafa esto o lo otro han estado siguiendo al Liverpool desde 2005 o al Napoli desde 2013. Nada más lejos de la realidad.

Sólo pasa en España

Es innegable que su sueño era entrenar un día al Real Madrid. Allí se crió y creció. Y para que le llegue esta oportunidad tuvo que coger un día la maleta y recorrerse media España y media Europa: Valladolid, Osasuna, Extremadura, Tenerife, Valencia, Liverpool, Milán, Londres, Nápoles... Por eso y por su extenso curriculum es muy injusto que ya se le esté criticando sin haberse sentado aun en el banquillo. Y mas aun cuando él siempre ha asegurado títulos al equipo que ha entrenado. Pero esto último lo pasan por alto.
Me da rabia pensar que en otro país a un entrenador con esa cantidad de títulos se le tendría una especial veneración. Por desgracia en España no sucede. Nos gusta mas lo desconocido y lo "glamuroso" de fuera que lo de aquí. Ensalzamos a técnicos como David Moyes, Jurgen Klopp u otros cuando no tienen ni la mitad del camino recorrido por Rafa. Así nos va. 
A todos los valencianistas os diré que pese a ocupar el banquillo de un equipo rival, siempre le tendrá especial cariño a esa camiseta. Doy fe de ello. Múltiples han sido mis conversaciones con él en las que se preocupaba especialmente por la situación que vivía el Valencia CF pese a la distancia y los años. El día que le pedí un vídeo de agradecimiento por un premio que dábamos en Ondacero al VCF del doblete, no dudó ni un instante en grabarlo y enviármelo y cual fue mi sorpresa al verle exhibiendo desde Nápoles la camiseta conmemorativa de aquel doble triunfo. Y no olvidemos también que es accionista del club.
No voy a negar que quiero que le vaya bien y que calle muchas de esas bocas que ahora mismo le critican. A los amigos siempre se les desea lo mejor. Voy a echar de menos sus tiempos de Valencia, Liverpool e incluso Nápoles. Y espero que al igual que sucedió en el Chelsea cuando levantaba la UEFA Europa League en Amsterdam, más de uno tenga que pedirle perdón. No seria la primera vez.
Eduardo Esteve
Jefe de Deportes de Onda Cero Valencia