Rockeros eternos

Es época de salvadores. Cuando el barco se hunde hay tres tipos de personajes. Los que se esconden como las ratas, los que ejercen de patriotas salvadores y los que en silencio trabajan por solucionar los problemas.

Los primeros se bajan de todos los barcos por tantos son personajes deleznables y cansinos. Los segundos aparecen cuando su ego se lo pide y más que arreglar las cosas crean más confusión y mal rollo del deseado. Y los silenciosos buscan en el corazón lo que la razón les quita.
Somos mayores para decir quién está en cada grupo pero todos sabemos y conocemos ratas, salvadores y luchadores.
Hoy me gustaría hablar de estos últimos, de los que quieren salvar sin importarles figurar, de los que no duermen pensando en su club, de los que las derrotas les rompen el alma.
La Asociación de futbolistas del Valencia CF reunió a los medios para simplemente lanzar o escuchar o sentir un poco de sentimiento, de historia.
Ayer la Asociación de futbolistas del Valencia CF reunió a los medios para simplemente lanzar o escuchar o sentir un poco de sentimiento, de historia. Algunos acompañaron mi infancia en blanco y negro como Valdez, Sol, Adorno o Guillot, los más compartieron viajes profesionales y mil anécdotas como Arias, Fernando, Giner, Sánchez y el resto siempre formaron o mejor dicho ocuparon un lugar en esa parte emocional que tiene el fútbol y que es imposible explicar.
Están preocupados, asustados. Algunos vivieron el descenso y la lucha heroica para recuperar la dignidad que se había perdido tras el descenso. Son valencianistas, son humildes, son enormes.

El presidente de la asociación es Fernando Giner, ex futbolista y un personaje noble y para mi entrañable. Es el único futbolista que tras abandonar el Valencia de sus amores acudió a todos los medios de comunicación a despedirse. Hizo de las aburridas concentraciones un lugar de anécdotas y sonrisas y como jugador se dejó el alma por este club.
Es de lo más trasparente que he visto en los últimos días. Y de lo más educativo. No están como cuando jugaban, normal. La vida les ha golpeado de mil formas. Con felicidad, con tristeza, con dolor. Pero ayer ese grupo de hombres con arrugas, menos pelo y con cojera, iluminaron el cielo valencianista y recuperaron parte del embrujo que tiene este club. A todos por sus batallas, sus abrazos, sus lágrimas y su sentimiento gracias.
Solo un pequeño pero Don Fernando usted que además de todo es inventor no podía quitarles unos añitos y que jugarán el sábado. Imagino que difícil, pero nada es imposible. Sino, al menos, que juegue su espíritu.
Carlos Egea Vivó
Periodista Futplaya