Que vuelva Ressy
Hoy estoy nostálgico. Es una sensación que a mí me gusta. Mucha gente lo ve como algo negativo, yo no. La nostalgia me traslada a tiempos, no sé si mejores o peores, pero a tiempos vividos con una ilusión bárbara. A personas que marcharon y que todavía tienen la fuerza de sacarme una sonrisa.
Mañana arranca la XXII edición del torneo de fútbol playa Ciudad de Valencia y eso es parte importante en mi vida. Muy importante. Me acuerdo de los inicios, de las dudas, de las buenas gentes que nos han acompañado en esta historia de deporte, vida e ilusión.
Algunos pasaron, otros están, muchos se han unido, pero el espíritu se mantiene. A todos gracias.
Y hoy me ha dado por recordar todas las ediciones y todas las camisetas que hemos dado. El cambio de diseño, de modernidad, de todo.
Y esto me ha llevado a recordar mi infancia mis primeros equipajes con ese número de 'escay' y el escudo bordado por mi madre. Esa mítica camiseta de la Senyera que se convirtió en una joya de coleccionista. Esas no menos míticas marcas valencianas como Ressy, Rasan, Luanvi … y demás.
Y viendo las nuevas camisetas del Valencia CF de esta temporada y, con todo el cariño del mundo, mucho no hemos mejorado en el diseño de las mismas.
Aunque es lo de menos porque en dos días nos gustarán y serán las nuestras, repito, mucho no se han estrujado el cerebro para el nuevo modelo.
El cambio de marca ilusiona, apuesta por algo internacionalmente potente, y como club grande el Valencia debe exigir más profesionalidad, más modernidad. Mejor trato.
Con una Megastore maravillosa como la estrenada en el centro de la ciudad, con un público fiel y entregado, con sueños e ilusiones, seguro que el valencianista, en dos días se habrá olvidado del diseño y el corazón podrá con la cabeza.
Es la grandeza del fútbol y su magia pero… un poquito más de ingenio no estaría mal. El Valencia es un histórico y como tal debe ser tratado. No es un segundo plato, y a veces lo parece.
Carlos Egea Vivó
Periodista