¿Ven? Como en la política

Conspiraciones, traiciones y guerras de poder. Aunque ustedes piensen que estoy hablando de la Generalitat Valenciana o de la alcaldía de Valencia no, nada más lejos de la realidad. Les vengo hablar de fútbol, y más concretamente del Valencia CF.

Yo de política no tengo ni idea más allá de votar en cada comicio, pero el otro día un buen amigo me decía que gobernar en Valencia era más difícil que manejar un club como el de Mestalla. Sinceramente no lo creo. ¿Y ustedes? Fíjense.
La coalición que iban a formar Nuno, Salvo y Rufete ha saltado por los aires. La reunión de la que dos de las tres partes salieron convencidas de que iban todos en la misma dirección resultó ser un intercambio de impresiones más desahogante que otra cosa. Las tres partes se encontraron con el objetivo de limar las evidentes asperezas propias del fútbol (recordamos a Benítez-Llorente, Quique-Carboni...) y, poniendo las cartas encima de la mesa, hay una de las partes que no ha sido correcta con las otras.
Ni siquiera el dinero, sino el ansia de poder es lo que hace que los gobiernos se corrompan ya sean municipales, autonómicos o estatales. Algo así ocurre en el Valencia CF. Nuno quiere ser Manager al más puro estilo Mourinho. Precisamente de él tomó la figura de entrenador -reconocido por él mismo- y buena prueba de ello son algunas de las actitudes -a menos escala por supuesto- que tiene el luso. No en vano, Jose acabó por cargarse a Valdano y la historia en Valenciastán va por el mismo camino con Rufete. Aún así, no me parece mal siempre y cuando no mienta o manipule y vaya de frente.
En las reuniones se acordó ir a por Imbulá a pesar de que Nuno puso encima de la mesa el nombre de Caio. Dicho fichaje se desestimó, con la consecuente afirmación de Nuno. Imbulá era el hombre del consenso entre las partes. Por mucho que algunos digan que tiene mal comportamiento y por eso lo descartaron, decirles que es totalmente falso o eso nos dicen desde el club. Ha tenido capítulos comprometidos -como cualquier jugador- pero ni mucho menos se echa el fichaje para atrás. De hecho, nunca se frenó principalmente porque Rufete y Salvo no tenían constancia de que no fuera a hacerse.
Quien sí sabía que no se haría o que había otra prioridad es Nuno. Estaba al tanto de las negociaciones de Mendes y sabía que Lim iba a dar el OK. Porque Mendes ha sido quien ha gestionado todo con su futbolista -pertenece a Gestifute- todo el asunto. Algo que no me molesta, pero parafraseando a Luis Aragonés “Máteme pero no mienta”. Lo que ha molestado en el club es la mentira y el engaño. Que se prometa una cosa en el cónclave y luego se haga otra bien distinta ¿Ven? Como en la política.
Quizás el fallo de algunos es que hemos querido contar cosas sin poder hacerlo para no traicionar a nuestras fuentes. Sobre todo en aquellas ocasiones que hemos mirado demasiado por el Valencia CF y lo mejor para el club. Dando tiempo a que se solucionaran algunas cosas y situaciones; y dando un voto de confianza a esa conciliación que parecía que se estaba gestando. Pero no, la traición y la ruptura es cada vez más evidente y será este jueves cuando conozcamos si apuestan por la coalición o deciden salir del partido valencianista.
Solo digo una cosa: ha costado mucho tiempo y esfuerzo que el pueblo tire a los corruptos, así que creo que lo mejor es el diálogo y el consenso. No obstante la transparencia es la base de todo y en esta ocasión una de las partes no lo ha sido. Y si uno no quiere, los otros no pueden hacer nada y menos si el jefe no pone orden. Y hay una parte que está queriendo cargarse a la otra y jugando más sucio de lo normal y eso es muy rastrero. ¿Ven? Como en la política.
Daniel Meroño
Periodista RadioEsport