El Levante resucita en viernes 13

El Levante UD ya ha mostrado muchas versiones en las escasas ocho jornadas de la Liga Santander que se han celebrado. Desde un espectacular arranque, rematado con un triunfo celestial frente a la Real Sociedad, hasta la debacle contra el Alavés y pasando por la tarde tonta de toda tontería frente al Betis que le costó encajar una sonada goleada (4-0). Pero, si la del Villamarín fue aquella velada en la que nada salió y cada error le costó un golpe que le enviaba a la lona, frente al Espanyol, salvo el gol, le salió todo bien al equipo de Muñiz (0-0). En la primera mitad, miró a los ojos a los 'pericos' y poco faltó para marcarles y, en la segunda, cuando más apretaron los de Quique, entre Raúl Fernández, el larguero e incluso el colegiado ayudaron a los granotas a marcharse con un buen punto de territorio blanquiazul. Un empate que, sumado a las buenas sensaciones dejadas en el primer tiempo, servirán a buen seguro para reforzar al conjunto de Orriols en este retorno liguero.

Muchos aficionados e incluso analistas dieron por muy positiva la primera parte de los granotas en el Benito Villamarín frente al Betis aunque el partido que realmente quiere Muñiz que haga el Levante lejos del Ciutat de València se asemeja más a lo de Cornellà-El Prat. Porque, si en el primer acto en territorio verdiblanco el conjunto valenciano estuvo serio en defensa, frente a los 'pericos' mantuvieron el orden y además gozaron de ocasiones importantes para haberse marchado al vestuario con ventaja en el marcador. El Espanyol también, la duda ofende, un adversario que lejos de su hogar baja bastantes enteros pero que en el RCDE Stadium cuanto menos infunde respeto con su tridente ofensivo: Piatti, Baptistao y un Gerard Moreno que ha nacido para ser blanquiazul. Pero la primera oportunidad de marcar la tuvieron los azulgranas, los rosas, vamos. En el 2', los de Muñiz robaron en la frontal y salieron rápido en búsqueda de la portería de Pau López. Ivi, el mejor del partido para los visitantes, condujo el balón perfectamente hasta la frontal pero su decisión final no fue tan acertada: a la derecha Lerma tenía campo abierto pero se la cedió a la izquierda a Nano que, encimado por la zaga, disparó de forma defectuosa.
La primera ocasión fue para el Levante aunque el peso del partido, naturalmente, lo llevaba el Espanyol. Los de Quique no tardaron demasiado en asomar por las inmediaciones de Raúl Fernández y en el 10' fue Jurado el que se apareció por entre los centrales para intenter hacer bueno un pase diagonal de Gerard Moreno. El gaditano conectó un zurdazo que obligó al portero granota a realizar una estirada tan buena como extraña. Tan rara que le dejó el balón muerto a Baptistao que, con todo para hacer el 1-0, la envió a la luna de Barcelona. Inmediatamente, sería Sergi Darder el que lo intentaría desde lejos pero ahí sí que no pilló en un renuncio al meta bilbaíno, que atajó abajo.
El inicio tan serio sirvió para que el Levante fuese espantando poco a poco sus fantasmas, que le llevaron a la goleada en territorio bético y que arrastrasen ruidosamente sus cadenas frente al Alavés. Los de Muñiz gozaron de varias oportunidades para batir a Pau López, algunas bastante buenas como un centro teledirigido de Pedro López a la olla que remató por arriba Campaña entre las torres blanquiazules. Al minuto, Morales soltó la pierna pero no pudo con el cancerbero local y, en la siguiente acción, Ivi y Luna tranzaron una gran pared para que el lateral se plantase frente al arquero pero, tras hacer lo más difícil, cedió atrás y no encontró a nadie para aprovechar su pase, cuando debería haber disparado. La secuencia de ataque granota la completó otro centro desde la derecha que cabeceó Doukouré con tanta fuerza para volar como para dar con sus huesos contra el césped. Tan brusca fue la caída que tuvo que ser sustituido a los pocos minutos por Róber Pier.

Conforme se acercaba el final del primer tiempo, las cartas iban quedando una a una boca arriba y el guión estaba claro: dominio perico, cada vez más fofo, y se iba mascando el 0-1 aunque el poder de crear ocasiones del Levante es tan conocido como su facilidad para dilapidarlas. En el 41', Ivi se inventó un pase interior espectacular hacia Morales que, en boca de gol, se la encontró y no consiguió conectar el disparo. Así, con 0-0, se marchó al descanso la contienda aunque el reloj pareció no pararse ya que, nada más echar a rodar de nuevo el esférico, Ivi sorprendió con un tiro muy violento desde el vértice del área y Pau López se tuvo que quitar como pudo de encima un balón que le llegaba a la velocidad del sonido.
A partir de ahí, el panorama cambió para el Levante. Y para el Espanyol, que resolvió su dicotomía de dominio y ocasiones para aunarlos en la segunda mitad. Unos 45 minutos en los que Raúl Fernández tuvo que multiplicarse para evitar que la pelota entrase en su portería y los tres puntos cayesen del lado de los catalanes. En el 61' ya avisó Gerard Moreno, el más activo en ataque, con un testarazo a saque de esquina que cogió bien colocado al meta formado en Lezama. Segundos después, Sergio García armó una contra atroz por el flanco izquierdo, centró donde esperaba Gerard para pegarle a bocajarro con la testa con la mala suerte (para él) de que Luna la sacase de debajo mismo del larguero y Baptistao, que no tuvo su noche, envió el rechace de nuevo a las nubes.
El Espanyol ya estaba desbocado, de hecho su entrenador había quemado todas las naves metiendo en el césped al mencionado Sergio García y a Granero en detrimento de Javi Fuego, un cambio de todas todas ofensivo. El Levante intentaba quitarse de encima como podía el dominio blanquiazul pero un discreto chut de Luna desde la frontal, cedido por Campaña, era lo más cercano a una ocasión para los de Muñiz. En cambio, las de los 'pericos' eran clarísimas, descaradas, casi obscenas pero unas veces por Raúl Fernández, otras por la madera e incluso por Undiano Mallenco, se daban siempre de bruces. En el 74', el larguero escupió un derechazo desde lejos, muy lejos, que pegó en la espalda de Jefferson Lerma. Pero los catalanes tendrían una segunda oportunidad. La pelota cayó mansa dentro del área y ahí estaba Sergio García para remachar a placer. Tan a gustito estaba y tan enjugazado que no contaba con la gran estirada que estaba a punto de protagonizar el arquero levantinista, metiendo una mano mágica, descomunal, para enviarla fuera.
En Cornellà-El Prat no se lo creían, venían de endosarle cuatro como cuatro soles al Deportivo en la anterior comparecencia del Espanyol pero claro, el Levante, salvo cuando tiene su tarde rematadamente tonta, es algo más serio que los gallegos y bien claro que le quedó a los de Quique. Y es que cuando tienen su noche positiva en defensa, hasta el árbitro aparece. En el 81', Piatti envió un centro teledirigido al corazón del área donde, cómo no, apareció Gerard Moreno para volar por encima de la luna y de Luna y cabecear al fondo de las mallas. 1-0, explotaba el RCDE Stadium y, poco después, estallaría contra Undiano Mallenco, que anuló el tanto por (posible) falta del delantero sobre el lateral izquierdo azulgrana. Nada, no era la noche del Espanyol y bien que lo aprovechó el equipo visitante, que obtuvo un botín importante en el feudo blanquiazul. Un puntito. Ya lo dijo aquel: si no puedes ganar, no pierdas. Palabra de Muñiz.