El 'Comandante' asciende al Olimpo granota

No podía ser de otra manera. El Levante UD llegaba como un ciclón a esta jornada 35 frente al Sevilla en busca de una permanencia en Primera División que no podía retrasarse ni un minuto más allá de los 90 minutos reglamentarios. Y así fue y, además, gracias a un futbolista que está de dulce, que se siente protagonista, un Morales que, revestido de crack, y también con un partidazo de sus compañeros en un triufo muy coral, cazó a base de carreras y regates imposibles la salvación. Roger abrió la cuenta tras un jugadón del madrileño, igualó Carlos Fernández con otro golazo y, al final, tuvo que ser el 'Comandante' el que marcarse el 2-1 definitivo para el Levante UD. Los granotas estarán otro año en la máxima categoría.

Los contendientes no se dieron ningún respiro en un primer tiempo en el que balón estuvo casi siempre en las áreas y en el que se pudieron producir más goles de los que, finalmente, registró el marcador. Salió dominando el Sevilla si bien los granotas parecían tener dominada la situación, bien ordenador, cada vez con la lección de Paco López mejor aprendida. Tanto que sólo necesitaron de la primera carrera del 'Comandante', bien secundado por Coke, para avanzar al Levante. El inicio de la acción correspondió a Morales, que se apoyó en el lateral para ingresar en el área con el balón cosido a las botas. Con dos movimientos de cadera, se desembarazó de Lenglet y Mercado y, tras esto, perdió el contacto con el balón... que recogió Roger para enviar a la red.
El 'Pistolero' se desquitaba muy pronto de la clarísima ocasión errada frente al Athletic y hacía subir su tercer tanto a su cuenta particular de este ejercicio. Fue en otro jugadón de Morales, que se está viniendo arriba con el paso de las jornadas, se atreve con todo y está generando la psicosis en las zagas rivales. Y, si el extremo es especialista en eslaloms imposibles, lo que mejor se le da a Boateng es brincar y en uno de esos saltos llegó a cabecear un envío medido al área de Luna. Su golpeo, sin embargo, se marchó fuera.
Por el estado anímico con que llegaba el Sevilla a Orriols, tras la debacle copera y marejadas varias de la semana, se presumía que la victoria azulgrana podía encarrilarse. Nada más lejos de la realidad. Los hispalenses se habían dejado sorprender por la pericia de Morales pero seguían rondando el territorio defendido por Oier Olazabal. Para muestra, el golazo que clavó por la escuadra Carlos Fernández cuando sólo habían transcurrido cuatro minutos del tanto de Roger. El Levante relajó la presión en la zona de creación, lo que aprovechó Franco Vázquez para meter a la frontal. El canterano se giró con clase y soltó un zapatazo directo a la red. Inapelable.
Eran momentos en que el Sevilla se veía fuerte y quiso aprovecharlo para seguir golpeando. Sarabia y Banega lo intentaron con sendos tiros cruzados pero el del interior se marchó poco por fuera y el del argentino lo atajó abajo Oier. A partir de aquí, arrancaron las alternativas, un tira y afloja en el que el primero Roger chutó de forma muy defectuosa un gran pase de Bardhi y Lenglet devolvía el susto con un testarazo rozando la escuadra tras un saque de esquina. Los primeros 45 minutos terminaron en el área local. En el 44', una acción entre Nolito y Sarabia tuvo continuidad con un choque de este último contra un zaguero. El esférico se perdió pero lo recogió en el vértice del área Navas que, intentando colocarla, rozó el 1-2 con un tiro cruzado.
Las tablas hacían presumir una segunda mitad igualmente pareja pero los pronósticos y los augurios saltaron por los aires. Y es que los 45 minutos posteriores al descanso fueron exclusividad del Levante, al que sólo la falta de acierto y las intervenciones de David Soria separaron del 2-1. Nada más arrancar este período, Coke metió un pase interior a Morales pero chutó a las manos del portero visitante. La tormenta parecía calmarse pero justo en ese momento Campaña empezó a caminar sobre las aguas para dar un auténtico recital de fútbol. En el 64', la bajó con el pecho, se revolvió con magia y la envió en profundidad para que el 'Comandante', ganándole la espalda a la defensa sevillsita, y acompañado por Boateng, disparase fuera.
A estas alturas del partido, el Levante ya vivía desbocado y volcado en la parcela del Sevilla. En el 69', David Soria hizo la parada del año en Orriols: Luna la envió desde su propio campo cruzada y llegó la empaló con una gran volea que obtuvo como respuesta una estirada inmensa y un puño salvador del arquero visitante. Había sido un puro milagro que los hispalenses no encajasen pero no habría que esperar mucho más para que recogiesen la pelota de su red. En el 73', Boateng peleó un balón llovido, le cayó a Campaña y, de primeras, el sevillano se la cedió con la zurda a Morales hacia el pico del área. Como un relámpago, apareció el '11' para, por debajo de las piernas, batir definitivamente al cancerbero del equipo de Montella.
El partido, pese a un Sevilla volcado en el área local, no dio para mucho más. Era lo justo para la gran reacción protagonizada por el Levante desde la llegada de Paco López. Un conjunto azulgrana que ha hecho lo que pocos, ha bailado en Montilivi, ha tomado al asalto San Mamés y, en su primera oportunidad, derribó por la permanencia a un Sevilla finalista de Copa y, aunque en horas bajas, de Champions. Como de Champions es el Levante para sus aficionados. Enhorabuena.