El Levante se aferra a Primera
El Levante UD consiguió una trabajada victoria ante el Córdoba por un gol a cero. El triunfo prácticamente le garantiza la salvación a los granotas, ya que duerme a siete puntos del descenso.
El conjunto granota trabajó, sufrió de lo lindo e hizo bueno el solitario gol de David Barral en el minuto 40 para lograr tres puntos que se antojan casi definitivos y que le permitirán, salvo hecatombe, estar un año más en Primera.
Lucas Alcaraz no renunció a jugar con tres centrales a pesar de que el que visitaba el Ciutat en el partido número 1000 de su historia era el colista de Primera. Todo y eso, en el minuto 6, un milagro llamado Mariño tuvo que evitar que el Córdoba inaugurara el marcador. Bebe bajaba un centro con el pecho ante la mirada impasible de los centrales y fusilaba al meta quien, en un alarde de reflejos, evitaba un gol cantado.
Con el paso de los minutos, el Levante recuperó el pulso y la iniciativa, pero su propia distribución en el terreno de juego le lastraba. Los granotas querían, pero llegaban con pocos hombres arriba y las ocasiones, por tanto eran escasas. De hecho, el principal peligro levantinista llegó a balón parado. Los córners, casi siempre abiertos, hacían daño a la endeble defensa andaluza. Y así, a balón parado pero de falta directa, llegó la mejor ocasión del Levante en la primera media hora de juego. Juanfran, el único zurdo del Levante sobre el césped, tiró y su lanzamiento se fue alto por poco.
El gol se mascaba y llegó
Poco después sería Barral, el más activo de los puntas granotas, quien probaría fortuna desde la izquierda. Su tiro, esta vez raso, también salió rozando el poste de la meta de Juan Carlos. Los granotas empezaban a acumular ocasiones a medida que la primera mitad empeza a consumirse. De lejos, en el 35, Camarasa, era obtenía el mismo premio que sus predecesores. Esta vez, eso sí, la pelota se estrellaba en el lateral de la grada cordobesista.
El gol se mascaba, tenía que llegar... Y llegó. Barral iniciaba la jugada, pared con Morales; pared con Casadesús y de nuevo Barral, con calidad, remataba una gran asistencia del mallorquín para hacer el 1-0. No hubo tiempo para más. Los jugadores se retiraban a los vestuarios con media permanencia en el bolsillo.
Tras el preceptivo paso por la caseta, la tónica fue calcada a la de la primera mitad. El Levante se relajó y el Córdoba apenas inquietó. La salida de Cartabia dio algo más de empuje a los andaluces y animó a la grada por su pertenencia al Valencia. Pero las ocasiones brillaban por su ausencia. Parecía que ninguno quería jugar. Unos, los andaluces, porque no creían ya en seguir en Primera y el Levante porque daba por bueno el resultado.
El 1-0 no tranquilizaba a nadie y, a falta de mordiente, Lucas sentó a Sissoko y sacó a José Mari. Buscaba más profundidad y más control de balón. Quedaban veinte minutos y no podía escaparse la victoria. El error estaba prohibido. Poco después, era Uche el que salía de refresco por un derrengado Casadesús. Lucas buscaba el descabello y certificar la salvación.
El nigeriano pudo lograr su tanto en el 81, pero su remate -mal- se fue desviado. De nuevo el Levante apretaba para sentenciar y alejar la pelota de su área. El partido encarrilaba su recta final y el técnico granota sentó a Morales, de nuevo uno de los mejores en el equipo, para dar entrada al griego Nikos. Refresco, pérdida de tiempo... Todo valía para sumar tres puntos de oro que suponen que el Levante seguirá un año mas en la elite. Para no variar, y mantenerse fiel a una tradición histórica, el Levante consiguió su objetivo pero sufriendo, pidiendo la hora, encerrado en su área y desesperando a su parroquia... pero saliendo vencedor a fin y al cabo....
