El TMS: el organismo que 'congeló' al Barcelona

El principal enemigo al que se enfrenta el Levante UD para que se haga realidad la llegada de Bryan Ruiz no es de carne y hueso, sino una máquina, un programa informático que no atiende a explicaciones humanas. Es el TMS, el Transfer Matching System o Sistema de Correlación de Transferencias que vela porque todas las operaciones se hagan en tiempo y forma correctas. El mismo que ha metido en la nevera al Barcelona durante dos mercados de fichajes por las irregularidades en las incorporaciones de menores a la 'Masía'.

El TMS es un organismo de la FIFA que, por un lado, facilita las operaciones interclubes pero que por otro lado detecta con mayor facilidad las irregularidades en los fichajes, el blanqueo de dinero y sirve para proteger a los futbolistas menores de edad. En este último caso, existe una subcomisión del organismo que rige los designios del fútbol mundial ante el que hay que dar explicaciones sobre los asuntos con futbolistas que no llegan a los 16 años. Un paso que se saltó el conjunto del Camp Nou. Esta subcomisión pone tres reglas claras para fichar a un menor: el traslado de los padres por asuntos laborales, que el jugador viva a menos de 50 kilómetros de la frontera y el equipo resida a menos de 50 kilómetros de la misma; y el club está obligado a proporcionar formación escolar y alojamiento. En cualquier caso, el Barça siempre según dijo la FIFA se lo saltó y no podrá fichar hasta el mercado de invierno de 2016.
Así se las gasta el TMS que afectó a otro club español como el Mallorca en verano de 2011. Entonces, los bermellones quisieron fichar al futbolista del Genk Oginjimi pero la documentación llegó 13 minutos tarde. El resultado fue que la FIFA no permitió a los baleares reforzarse con este futbolista. El caso del Levante es algo diferente ya que todo estaba cerrado antes de las 00:00 horas pero el Fulham se equivocó y reflejó que la cesión era hasta 2016, en vez de 2015. Un extraño equívoco ya que Bryan Ruiz tiene contrato con los londinenses hasta este 30 de junio. Es por esto que Quico Catalán apuntó a la falta de voluntad de los ingleses para que la operación llegase a buen puerto. Será la FIFA de todos modos la que decida si el costarricense recala o no en la plantilla de Lucas Alcaraz.