Marcelino desnuda las carencias de su equipo ante Peter Lim
El Valencia CF perdió en su estadio por 1-2 ante el Getafe después de ser superado por los azulones durante un encuentro que el técnico Marcelino García Toral planteó con excesivas rotaciones. Dejar en el banquillo a Rodrigo y Soler, además de los sancionados que tenía, fue una ventaja excesiva para un rival que lo aprovechó y se puso con dos goles de ventaja gracias a los tantos de Remy, uno en cada parte. Cuando quiso reaccionar Marcelino y su equipo, acortaron distancias gracias a un gran gol del pichichi Rodrigo, pero fue ya demasiado tarde. El alirón por la Champions deberá esperar.
Marcelino, quién sabe si como homenaje a Peter Lim que estaba en el palco, sorprendió a todos con una alineación inédita. Jaume volvió a la puerta, Carlos Soler se quedó en el banco, Maksimovic ocupó el puesto de mediocentro en detrimento del sancionado Kondogbia y Vietto sentaba a Rodrigo, que recibió un premio por ser el mejor jugador del mes de marzo antes del comienzo.
La revolución, sin embargo, se encontró con un palo en las ruedas bien pronto. Guedes perdió un balón en la medular, Damián Suárez -que no sólo vino a Mestalla tras su polémica actuación sino que además lo hizo moviendo al Getafe como mediocentro- se inventó un pase entre líneas a Remy. El delantero francés, tras bajarla entre los dos centrales, la lanzó ajustada al palo y marcó. El Valencia perdía y sus argumentos, ante la falta de los jugadores que le dan fluidez al juego, fue buscar los centros al área para Zaza y Vietto.
Marcelino cambia de lado a Guedes
Sin Rodrigo y sin Soler, Vietto y Zaza tenían que contribuir más a la creación, pues la pelota no llegaba a los costados con facilidad y el Getafe, maniatando a Parejo y Maksimovic, tenía medio trabajo hecho. Sólo quedaba una opción: que los laterales ayudaran por banda y así llegó la ocasión más clara del Valencia en el primer palo. Guedes, al que Marcelino cambió a la derecha, con ayuda de Montoya, sacaron una falta de Amath que Parejo puso en la cabeza de Zaza. El remate franco del italiano se iría desviado al lado del palo poco antes del descanso.
Pitos en Mestalla
El Valencia salió al campo con el mismo once en la segunda mitad y, a las primeras de cambio, volvió a encontrarse con un gol en contra. Jorge Molina recuperó una pelota cerca de la frontal, supera a Jeison Murillo con una facilidad pasmosa y la cede a Remy quien, con un tiro suave y ajustado al palo, hizo inútil la estirada de Jaume. 0-2, con el único consuelo que quedaba un mundo por delante.
A la siguiente jugada, Damián Suárez se la robaba a Maksimovic y arrancaba los primeros pitos en Mestalla. Hacía meses que el público no se ponía nervioso y tenía que ser en presencia de Peter Lim. Pero es que el equipo no carburaba. Con el serbio perdido en el medio, Parejo tenía que multiplicarse y no está acostumbrado. Andreas y Guedes querían, pero cuando ganaban a sus pares, sus centros o bien eran defectuosos o bien no encontraban rematador digno.
Salen Rodrigo, Soler y Ferran
A Marcelino no le quedaba otra que tragarse su apuesta y a la hora de partido sacó a Rodrigo, Carlos Soler y Ferran Torres por Vietto, Maksimovic y Andreas Pereira. Los tres suplentes se marcharon silbados por Mestalla que demostraba así su veredicto sobre las cesiones de Vietto y Andreas y la continuidad de Maksimovic.
Con los 'buenos' el equipo carburó. Guedes se fue a la izquierda para dejar la derecha a Ferran y Rodrigo, el delantero español más en forma, empezó a hacer diabluras. Zaza tuvo la primera para acortar distancias, pero fue Rodrigo el que lo consiguió. El internacional español que empezó el partido recibiendo el premio al mejor de marzo, y lo acabó demostrando que también es el de abril. Recibió el balón en la frontal de Ferran y, a la media vuelta, se sacó un zurdazo que dejó sentado a Guaita. 1-2. Quedaban veinte minutos y Mestalla estaba encendido.
El juego subterráneo del Getafe pone el punto y final
Zaza, bajo palos, falló un centro medido de Ferran Torres... El Valencia olía la sangre y quería empatar. El partido era un monólogo que el Getafe cortó como mejor sabe: con el juego subterráneo. A los palos de los defensas se sumó Jorge Molina que provocó a Parejo hasta que este se revolvió, le agredió, el árbitro lo vio y lo expulsó. Con uno menos y a falta de cuatro minutos, la épica era imposible. Si alguien tenía dudas sobre si el Valencia necesita refuerzos para la próxima temporada, Marcelino dejó claras las carencias de su equipo y deberá aplazar al menos una semana su alirón Champions.
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