Al ritmo de Ibán Salvador

La pretemporada 2016 del Real Valladolid avanza. Crece progresivamente. Tras un estreno ante equipos de Segunda División B e, incluso, Tercera como fue el caso del Zamora CF, el nuevo Pucela ha ido aumentando las fases y la exigencia de sus rivales. Con el punto más elevado en el partido ante el Celta de Vigo disputado en las instalaciones de Melgaço, los de Paco Herrera han vivido diferentes niveles hasta verse en Tordesillas contra un equipo de su categoría.

 
El CD Lugo esperaba en el Estadio de Las Salinas en el primer enfrentamiento real para el nivel blanquivioleta. Ante un equipo de la llamada Liga 1|2|3, como ocurrirá este próximo miércoles en Luarca ante el Real Oviedo, se puede ver muy bien en qué momento está el Pucela y cómo puede atacar sus problemas y explotar sus virtudes. Un proyecto como el de Luis César Sampedro en el Estadio Ángel Carro que está imbatido en su preparación y que llegaba a este partido tras imponerse (3-0) al Sporting de Gijón era una buena prueba de toque para los pucelanos tras las dos sesiones realizadas desde su regreso de Portugal. Las espadas estaban en todo lo alto en Tordesillas y el partido, lejos de grandes jugadas y un gran juego ofensivo, mostraba intensidad y ritmo de dos equipos que queman sus últimos preparativos para el debut que vivirán dentro de dos semanas. Como ya viene siendo habitual en esta pretemporada pucelana, Ibán Salvador, uno de los 13 fichajes realizados hasta la fecha, se llevaba el protagonismo del partido, lo que le hacía ser el mejor.

Elevado ritmo

Con un Real Valladolid muy activo en los primeros compases del encuentro, gracias al ritmo alto del delantero catalán de origen guineano que volvía a imponer su estilo en la zona de ataque, comenzaba un duelo que terminaría en su primer acto antes de que el colegiado decretara el final. La elevada intensidad de juego, que terminó con Adriá Carmona sustituido por un encontronazo con Igor Lichnovsky, que disputaba su primer encuentro con el Pucela como titular, pudo con unos jugadores que, presos del calor, pedían un descanso antes de llegar al minuto 45.
Entre el dominio vallisoletano en el inicio y las mejores ocasiones del equipo gallego en el transcurso del primer acto, el encuentro no perdía mucha intensidad. Es cierto que sobraban los últimos minutos por el carácter insulso que adoptaron pero ambos equipos mostraban estar preparados para  el comienzo de Liga que, en el caso de los vallisoletanos, está a solo 14 días.

Reanudación y gol

Tras el descanso y con la entrada en el bando pucelano de André Leão, Renzo Zambrano y Jose Arnáiz se rompía la diferencia en el marcador. Una nueva jugada individual de Ibán Salvador ponía en ventaja al Pucela. El ex del Valencia Mestalla anotaba su tercer tanto de la pretemporada para sumarse como el máximo anotador con un disparo fuerte y desde fuera del área que se colaba en la meta del experimentado Roberto.
Con el Real Valladolid en ventaja, los visitantes adelantaron líneas y, salvo una ocasión de Renzo Zambrano al poco de salir, el dominio fue gallego hasta que en el minuto 66 Paco Herrera realizó cinco nuevas sustituciones. Variaba la defensa al completo para afrontar los últimos 24 minutos de juego. Además, daba entrada a Anuar Tuhami en el lugar de Joan Jordán. Con una nueva primera línea formada por Markel Etxeberria, Alex Pérez, Luismi Sánchez y Luciano Balbi, el cuerpo técnico pucelano seguía con unas pruebas que daban muy buenos resultados en el tramo final de este sexto encuentro de la pretemporada.

Buen final

Ese Pucela ofensivo y con personalidad que se pudo ver en el inicio del partido regresaba en los últimos minutos. Los cambios sentaron bien al equipo y éste supo afrontar los últimos compases del encuentro en Tordesillas con ganas de ampliar la ventaja en el marcador. Un brillante Zambrano, con varias ocasiones en el tramo final, destaca sobre un equipo que buscaba con fuerza la meta gallega. El hambre de los jugadores dispuestos por Paco Herrera en el tramo final era tan amplio como positivo para el entrenador.
Finalmente el marcador no se movería. El tanto de Ibán Salvador al comienzo del segundo acto marcaba diferencias en una buena prueba del Pucela, un encuentro de elevada intensidad que terminaba con seis cartulinas amarillas y una progresión final que no supo entender la intensidad y el buen ritmo al traducirlo en agresividad. Entre tanto, Ibán Salvador se salía de puntillas. Volvía a marcar el ritmo de un partido que sigue mejorando al Real Valladolid y colocando al exché en un puesto privilegiado para el debut liguero ante el Real Oviedo de Fernando Hierro.