Verde se apunta a la fiesta
Reportar vídeo
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
La victoria (0-1) del Real Valladolid en el Estadio Benito Villamarín potenció un sueño que hace sólo unas semanas era inimaginable. Sin querer mirar a la tabla y afrontando el detalle de ser sextos como eso, un simple detalle, el equipo blanquivioleta recibía al RCD Espanyol sin nada que perder y con la ambición por todo lo alto.
La espectacular racha de los pucelanos probaba la solvencia del equipo perico que dirige un exblanquivioleta como Joan Frances Ferrer, 'Rubi'. Un duelo de altos vuelos e indescriptibles sueños que abría la décima jornada liguera. Antes de ello, el Real Valladolid estaba en un inmejorable sueño. Tras esa apertura, los de Sergio González siguen soñando porque se lo han merecido.
Firmando, en juego, méritos y ocasiones, el mejor partido de la temporada, el Pucela suma un nuevo punto pero éste es un empate que sabe mucho mejor que cualquier otro. Por las credenciales del equipo y la forma de igualar, nadie discute que el equipo sigue creciendo y se merece seguir soñando.
Un costoso error
Todo ello ocurre después de que el entrenador catalán no variara en exceso su planteamiento. Hasta la fecha, Sergio se está rigiendo por un plan muy sencillo. Manda su estilo y sólo detalla aquello que no está. Por ello, y tras la victoria en Sevilla, el once titular pucelano era idéntico al del feudo verdiblanco. Recuperado Kiko Olivas, las permutas fueron inexistentes. El equipo cree en lo que hace y el cuerpo técnico ve a los jugadores elegidos los perfectos para esa tarea.
En esta ocasión el estilo del juego pucelano fue el mismo de otros días. En el dominio del balón, en el intento de conectar transiciones, en la creación de ocasiones y el el control del partido, el duelo vallisoletano ante el Espanyol fue muy similar al de otros duelos en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Incluso con más rédito ofensivo que en las victorias (2-1) sobre el Levante UD o (1-0) ante la SD Huesca.
Con el dominio del balón, pese a que éste sea un Real Valladolid que no lo necesita para ganar, el Pucela consiguió vivir más en las inmediaciones del área de Diego López que el rival en la de Jordi Masip. En esa alternancia de estilos que quiere el equipo, llegó el error que marcó el partido y que casi despierta al Real Valladolid de este sueño.
La diferencia de Borja Iglesias
En una salida de balón, con el equipo abierto, un mala decisión de Javi Moyano dejó una opción a Borja Iglesias que el '7' perico no desaprovechó. Una ejecución brillante del ex del Real Club Celta de Vigo o el Real Zaragoza marcó un duelo en el que el Pucela siempre trabajó, nunca desistió y para el que siempre buscó alternativas. En el campo y fuera de él.
El quinto tanto del punta gallego en la temporada no hizo desistir al equipo local. Lo intento, en variantes, alternativas y cambios pero no tuvo acierto hasta los instantes finales. Preguntarse qué es la puntería en el fútbol es un término sobre el que el Real Valladolid dio una lección de qué es no tenerla.
Y Verde apareció
En el último segundo, en el último pase, en la decisión final... La elaboración del Real Valladolid fue brillante durante todo el partido. Incluso añadió una gran actitud y acierto defensivo, pero, para remontar el partido o, incluso, para empatarlo, faltaba un pizca de acierto que le consiguió dar Daniele Verde en el tiempo añadido.
El italiano, casi inexistente hasta la fecha, aprovechó una acción a balón parado para marcar el gol de la jornada y prolongar el sueño blanquivioleta. El que en verano fue catalogado como el fichaje estrella del Pucela quería, y quiere, su participación en este sueño pucelano y desde este viernes lo tiene con un gol, un empate y una cuota de protagonismo tras ver al Real Valladolid encadenar seis jornadas sin perder.
