Mancha veraniega

A una semana de comenzar la temporada a nivel oficial, el Real Valladolid de Luis César Sampedro viajaba hasta Luarca para enfrentarse al Real Oviedo. Segundo duelo consecutivo del Pucela ante un rival de LaLiga 1|2|3 y todo tras los peores minutos de la preparación blanquivioleta. El empate (1-1) ante el Rayo Vallecano dejaba malas sensaciones en el equipo blanquivioleta. Las luces y las sombras del duelo disputado en Íscar creaban un sabor agridulce que en este último duelo de la preparación debía olvidarse para retomar el buen ritmo firmado por el equipo.

 
Como era de esperar, el once del Real Valladolid vivía marcado por ese duelo ante los vallecanos. Si el pasado miércoles algunos jugadores completaron más del 50% del duelo, en este caso eran los otros y Luis César Sampedro terminaba de cargar a los suyos de cara a la última semana de preparación. Con la apuesta por Fernando Calero y Álex Pérez en el eje de la defensa, un doble pivote formado por Sulayman Marreh y Sergio Marcos y los extremos doblados por los laterales, el Real Valladolid tenía su gran noticia en Luarca con la titularidad de Luis Suárez en el frente ofensivo.
El colombiano, jugador del Real Valladolid Promesas y uno de los llegados cedidos por el Watford FC, formaba en el ataque de un Real Valladolid que hizo aguas en su casi anual viaje a Luarca. En la búsqueda de su quinto Trofeo Ramón Losada, los pucelanos no fueron ellos y no tuvieron la personalidad ni el estilo esperado por Luis César Sampedro. El entrenador gallego torcía el gesto en tierras asturianas y, a sólo una semana de comenzar la temporada, los pucelanos firmaron el peor amistoso, la primera derrota y unos primeros 45 minutos de muy pobre nivel.

Malas sensaciones

Pese a que se comenta mucho que lo que pasa en pretemporada no tiene valor para el campeonato regular, que el Real Valladolid no hubiera perdido hasta el duelo en Luarca era un punto a favor para los pucelanos. Los de Luis César Sampedro generaban ilusión y confianza con el duro trabajo realizado durante todo el verano. Había confianza en lo dispuesto, pero todas esas ilusiones han perdido fuerza en los últimos días. Es cierto que no se han apagado, ni mucho menos, pero sí que han perdido el fuelle que se había ganado tras no perder ante rivales como el Besiktas JK (2-2) o el Real Betis (1-1) y tras imponerse al Athletic Club (1-2) y al Club Deportivo Leganés (1-0).
Todo lo generado se ha diluido ante dos rivales ligueros. Sin saber el motivo, los de Sampedro no han tenido la fluidez ni la fuerza de semanas pasadas. Ante equipos de plata, el Real Valladolid no ha mostrado una fuerte presión en zonas avanzadas ni, tampoco, ha conseguido generar la velocidad y la verticalidad de semanas anteriores. Las ausencias de Pablo Hervías y Óscar Plano en ataque lastraban a un Real Valladolid que, aprovechando esas bajas, seguía probando variantes. Opciones cuestionadas tras estos partidos.
La posibilidad de ver a Antoñito Regal y Ángel García en los extremos era una opción trabajada por el equipo en la sesión previa al duelo de Íscar y que se podía ver en liza en Luarca tras la breve prueba del miércoles. Pese a la propuesta, el Real Valladolid no ganaba en empaque y fuerza exterior y se marchaba al descanso con una merecida derrota. Tras 45 minutos, los blanquivioleta empeoraban las sensaciones del último duelo y perdían en el marcador tras el tanto de Jorge Ortíz en el minuto 22. Justa derrota a un mal juego.

Evolución blanquivioleta

Un fallo de Jordi Masip y del equipo a la hora de defender una falta frontal endurecía un partido que, con el paso de los minutos, mejoraría en favor de los pucelanos. La entrada de jugadores con mayor vitola de titular y las variaciones de Juan Antonio Anquela, inclinaban el campo hacía la portería asturiana. Al Real Oviedo, que llegaba a Luarca tras un duelo amistoso en la tarde del viernes ante el Club Deportivo Mirandés, se le hacía largo el partido y veía difícil poder mantener la victoria con la entrada de Jose Arnáiz, Míchel Herrero, Ibán Salvador y Jaime Mata.
La velocidad de esta segunda versión del Real Valladolid aparecía en Luarca e intimidaba a los asturianos. Los blanquivioleta querían mostrar por qué llegaban con un curriculum tan inmaculado en preparación pero el encuentro iba llegando al final y las opciones de gol no terminaban de repetirse sobre la meta local. Así, y con la expulsión a Deivid Rodríguez en el minuto 89, el colegiado Fernández Pérez decretaba el final del partido y de la pretemporada blanquivioleta.
Luarca cerraba la preparación del nuevo Pucela y lo hacía con las peores sensaciones del verano. Pese al empuje pucelano del tramo final del partido, la primera parte del duelo ofrecía la peor version de un Pucela que se queda sin su quinto Trofeo Ramón Losada en la mancha veraniega de un Real Valladolid con señas de identidad muy definidas durante todo el verano e, incluso, en esta derrota ante el Real Oviedo.
Once del Real Valladolid durante el duelo en Luarca: Jordi Masip (Isaac Becerra 46'), Javi Moyano (Jaime Mata 62'), Fernando Calero (Deivid Rodríguez 62'), Álex Pérez (Alberto Guitián 62'), Nacho Martínez (Jose Arnáiz 62'); Sulayman Marreh (Borja Fernández 62'), Sergio Marcos (Antonio Cotán 62'); Antoñito Regal, Toni Villa (Míchel Herrero 62'), Ángel García; y Luis Suárez (Ibán Salvador 62')