Por la puerta grande

Sin duda alguna, el Real Valladolid Promesas completó este domingo su mejor partido de la temporada. Lo hizo con goleada (3-0) en los Campos Anexos, delante de un público entregado, y frente a un conjunto, el CF Talavera, que acumulaba siete jornadas sin caer derrotado y que solo había perdido dos encuentros desde el enfrentamiento entre ambos en la primera vuelta de la competición.

No era nada apacible la mañana en las instalaciones pucelanas. El fuerte viento amenazaba con convertirse en el gran protagonista del choque y ambos equipos no estaban para demasiadas florituras. El filial evitaba el balón en largo y buscaba combinaciones rápidas que le permitieran plantarse en el área y crear peligro. Pronto lo conseguía. Siempre buscando la velocidad de Luis Suárez y David Mayoral, exigían a un conjunto blanquiazul al que le costaba entrar en el partido. El colombiano no acertaba en la primera opción, pero el abulense si lo lograba en la segunda. Tras un rechazo a tiro de su compañero, controlaba de forma perfecta con el pecho el pase de Antonio Domínguez y alojaba el balón en el fondo de las mallas para alegría blanquivioleta. Los visitantes intentaban reponerse del gol, pero solo inquietaban la meta de Guille Lara antes del descanso con un buen disparo de Jorge Fernández al que respondía una gran mano del cancerbero andaluz.
El segundo tiempo parecía cumplir el mismo guion, aunque los vallisoletanos, que no habían acertado con la sentencia en un disparo de Luis Suárez tras una buena internada de Javi Pérez, pero que iban por delante en el marcador, decidían guardar la ropa y darle la pelota a un rival al que despertaban sus ambiciosos cambios. Los castellanomanchegos, con el viento a favor, se hacían con el control del duelo y el Promesas, bien ordenado, se limitaba a esperar atrás.

Vendaval blanquivioleta

Miguel Ángel Espinar ponía la intranquilidad en los Anexos después de un buen lanzamiento escorado con el que a punto estaba de lograr el empate y un Mohammed Salisu imperial se encargaba de despejar todas y cada una del resto de opciones de peligro. A partir de entonces iba a ser el filial el que daba un auténtico recital en el manejo del contragolpe. Mayoral, antes de retirarse lesionado, rozaba la sentencia hasta en dos ocasiones. Primero mandaba la pelota fuera por escasos centímetros y, poco después, estrellaba el balón en el palo de la portería defendida por Sergio Arenas. Era Antonio Domínguez, asistido por un Roberto Corral que había entrado en el terreno de juego para actuar en una posición más adelantada, el que situaba el 2-0 tras conectar un gran disparo raso desde fuera del área que se colaba junto al poste. El propio onubense tenía el tercero en una falta lejana que ponía en serios aprietos al meta blanquiazul. Un tercer tanto que llegaba a continuación en otro buen centro de Corral que convertía, a placer, un Luis Suárez que continúa creciendo.
Suma y sigue un Real Valladolid Promesas que ha dado un espectacular cambio de imagen en los últimos partidos. Incluso los pucelanos, a falta de nueve fechas para el final de la fase regular, salen por primera vez desde la jornada inaugural de la zona de descenso a Tercera División. Algo impensable hace tan solo unas semanas y que ha sido posible gracias a la tercera victoria consecutiva de los hombres dirigidos por Miguel Rivera.