El Promesas no se rinde

La derrota (1-2) del Real Valladolid Promesas ante el Pontevedra CF puso nervioso al Club. Se rompía la racha de 12 partidos sin perder y el equipo caía en zona de play out. El miedo parecía apoderarse del entorno del equipo hasta el punto de que el entrenador, Miguel Rivera, tuvo que sacar pecho. La experiencia del preparador pucelano le llevó a defender a sus jugadores tras aquella derrota, asegurando que su equipo no iba a bajar los brazos. Había remado mucho para hacer posible la salvación y no se iba a rendir fácilmente.

 
El filial blanquivioleta iba a gestionar esa dura derrota en los Campos Anexos como lo que era, una simple derrota. En mal momento, sí, pero era sólo un partido perdido y este domingo había una inmejorable oportunidad para volver a la buena dinámica. El partido en el Estadio A Malata, ante el Racing Club de Ferrol de Ricardo López, era una opción inmejorable de demostrar a qué nivel estaba el equipo. Un partido de seis puntos que podría acercar a los pucelanos a la ansiada salvación.
Era un encuentro que exigía la victoria, pero que ha terminado dándole un punto a los pucelanos. Un empate que, sinceramente, en la previa sería insuficiente, pero que, dado el camino del duelo, fue más que valioso. Remontando un marcador muy adverso, el filial pucelano suma un punto y vuelve a demostrar el carácter de un equipo que nunca se rinde y que derrotas como la del pasado fin de semana le hacen más fuerte.

Confianza hasta el final

La temporada del Promesas no está siendo nada fácil, pero el tramo final está dejando detalles para la esperanza en un grupo que siempre cree. Esa esperanza que tiene el equipo de Miguel Rivera es contagiosa y, por ello, nadie ha dudado de las opciones pucelanas de firmar la remontada. Pese a que en el tiempo de descanso el marcador era muy favorable para los locales, tras los tantos de Joselu Gómez y Pablo Rey, el tramo final del partido mostraría a un Pucela tan maduro como compacto y conocedor de sus exigencias.
Si un entrenador tiene que elegir qué equipo quiere para el tramo final de la temporada, cuando uno se juega los objetivos, el perfil elegido es el del Promesas. Un conjunto que cree, que no pierde la idea y que sabe sacar todo el rendimiento a los detalles. A balón parado el equipo debe ser fuerte y este Promesas lo es. Saca rédito de todos los movimientos y trabaja por obtenerlo hasta el pitido final. Así y sólo así, el Pucela pudo sacar botín del duelo en Ferrol.

Cuando el bando local parecía acercarse hacia una victoria que le haría superar a los pucelanos, los centrales Mario Robles, primero, y Mohamed Salisu, después, éste último de una impresionante chilena, rescataron un punto que sabe a gloria a los pucelanos. Sabe muy bien gracias a que con él, los de Miguel Rivera dependen de sus resultados para conseguir el objetivo de la salvación. Con 41 puntos, los blanquivioleta cierran la antepenúltima jornada fuera del descenso y del play out y ya con las miras puestas en el duelo ante la Gimnástica Segoviana de nuevo fuera de casa.