Derrota inocua para cerrar la temporada

Se acabó la Liga para el Real Valladolid Promesas. En una jornada de transistores, el filial pucelano ya tenía los deberes hechos y, con un equipo lleno de jugadores no habituales, cayó ante el Real Madrid Castilla por 1-2. Pese a tener sellada la permanencia, los blanquivioleta merecieron más, pero entre fallos incomprensibles y paradas de un decisivo José Javier Belman, los puntos volaron de los Campos Anexos.

Que no había tensión competitiva se podía comprobar desde el primer minuto. El ritmo no era muy alto y ambos equipos apenas tenían profundidad. A pesar de ello, al filo del cuarto de hora se movía el marcador. Una jugada merengue terminaba en las botas del tinerfeño Cristo González, quien, apenas sin ángulo, cruzaba la pelota ante Guille Lara con un sutil toque.
El filial local no tardaba en reaccionar. Primero, Belman rechazaba un disparo de Miguel de la Fuente a la media vuelta. Más tarde, Santy Samanes caía dentro del área y los blanquivioleta igualaban de penalti por medio de Antonio Domínguez. Una pena máxima que David Iglesias Gutiérrez no señalaba en un principio, aunque lo acababa pitando a instancias de su linier.
El 1-1 no saciaba al Promesas, que quería más. Miguel volvía a disponer de una ocasión muy clara, pero de nuevo Belman le adivinaba las intenciones y rechazaba el cuero. La pelota le caía franca a Juan Martín Boselli, que la mandaba alta a puerta vacía. Los pucelanos habían perdonado. No así el Castilla, que convertía una falta directa desde la frontal con un perfecto lanzamiento de Luismi Quezada y que estaba cerca de hacer algún tanto más antes de llegar al descanso.

Muchas ocasiones, poco premio

La vuelta de vestuarios dejaba el mismo guion pero con un cambio de nombres. Miguel Rivera dotaba al equipo de más mordiente arriba con la entrada de Luis Suárez, un segundo delantero que diera lugar a más opciones de gol. Sin embargo, nada cambiaba y solo el balón parado hacía cosquillas a la defensa merengue. Para colmo, las imprecisiones en los locales iban in crescendo.
Precisamente el colombiano era el creador de la mejor opción blanquivioleta en la segunda mitad. Su centro tras jugada personal lo controlaba Antonio Domínguez, que disponía de un doble disparo rechazado por un espectacular Belman, que volvía a salvar a su equipo con dos grandísimas intervenciones, una de ellas a mano cambiada. Por su parte, los de Santiago Hernán Solari tenían el esférico, pero no eran capaces de llevar el peligro a la meta de Guille Lara, siendo los detalles de calidad de Óscar Rodríguez lo más destacado.
El tramo final del duelo sí correspondía a los vallisoletanos, dueños del balón. El buen hacer de Antonio Domínguez entre líneas y la movilidad de Luis Suárez en ataque, provocaban un par de buenas opciones más para el punta, pero no era el día para afinar puntería. Los minutos pasaron y el resultado fue inamovible. Una derrota tan injusta como inocua para un Promesas que continuará una campaña más en Segunda División B.