Derrota en un festival de tarjetas

A pesar de dar la cara en todo momento, el Real Valladolid B caía derrotado en un partido con mucha polémica. Y es que Recio Moreno, auténtico protagonista del encuentro, ponía el listón muy alto hasta en la puntualidad; no se habían cumplido las 15:45 h cuando el choque ya llevaba disputándose algún minuto.

En tan solo media hora, el árbitro amonestaba a tres jugadores visitantes, lo que condicionaba el desarrollo del choque. Para entonces, el Promesas ya le había dado más de un quebradero de cabeza a los pontevedreses, gracias al mismo esquema que tan bien había funcionado en Mareo, con Anuar y Mario en el centro del campo. Solo la falta de puntería impedía que los blanquivioleta fueran por delante. El premio llegaba al filo del descanso, cuando un excelente servicio de Jose desde la esquina era rematado por Óscar Arroyo con un perfecto cabezazo. Un gol de los llamados psicológicos, que en este caso tendría el efecto contrario.
Los gallegos salían enrabietados en la segunda mitad y Campillo conseguía el empate en una falta muy mal defendida por los de Borja Jiménez. El filial se ponía nervioso y los granates lograban la remontada tres minutos después por medio de Queijeiro. En ese momento, el partido se rompía y el árbitro no podía parar de mostrar tarjetas. Era cuestión de minutos que alguna tuviera castigo y, curiosamente, éste llegaba para los locales. Primero Zambrano y luego Mayoral, por sendas faltas que cortaban una contra, enfilaban el camino de vestuarios antes de tiempo, dejando a su equipo con nueve jugadores sobre el campo. El colegiado acabaría mostrando quince amarillas: ocho para los locales, todas ellas en la segunda mitad, y seis para los visitantes, que se libraban de la expulsión de rigor por un error del navarro, que confundía a Kevin con Verdú, por mucho que le advirtieran los jugadores pucelanos.
Sin Caye Quintana ni Toni, que habían sido sustituidos, y con el Promesas volcado sobre la meta de Edu, el Pontevedra aprovechaba los espacios existentes para sentenciar a la contra en el descuento con una vaselina de Kevin, que batía a un adelantado Julio.
La derrota vuelve a meter en problemas a los vallisoletanos, que podrían volver a zona de descenso en función de los resultados del domingo. La próxima jornada, el filial retornará a la cancha donde conseguía el ascenso hace año y medio para enfrentarse a otro conjunto gallego, el Somozas.