¿Quién es, realmente, Michel Herrero?

Este Real Valladolid tiene todos los rasgos futbolísticos posibles en su vestuario y su centro del campo posee todas las cualidades necesarias para triunfar. Sergio Marcos tiene calidad. Joan Jordán tiene un presente y un futuro ilusionante. Luismi Sánchez, mucho futuro en sus piernas. André Leão posee un rol en el equipo que nadie puede tener a vivir con ésta su tercera campaña de pucelano. A ellos hay que sumar la sorpresa y revelación de Renzo Zambrano y el nombre, el peso y el respeto que tienen Alex López y Miguel Alfonso Herrero Javaloyas (Burjasot, 29 /07/88). Este último, nuevo jugador blanquivioleta para los tres próximos años, completa el centro del campo pucelano en una brillante operación para el equipo de Paco Herrera y Braulio Vázquez. 

 
Tras romper su contrato con el Guangzhou FC chino al que llegó de la mano de Cosmin Contra, actual preparador de la AD Alcorcón, en 2015, Míchel ha conseguido su gran objetivo del verano. El jugador quería ser blanquivioleta y puso todo su empeño para conseguirlo. Tras unas negociaciones de más de un mes, el valenciano es nuevo jugador vallisoletano en una operación que casi cierra la plantilla pucelana. El décimo quinto fichaje del verano 2016 tiene calidad, nombre y experiencia para dar un salto de calidad a un equipo que ya solo piensa en su debut liguero del próximo domingo ante el Real Oviedo, el último equipo del jugador formado en el Burjassot CF.

Talento de la tierra

El término "canterano" es muy complicado de señalar. Míchel puede ser catalogado como jugador de la cantera del Valencia cuando llegó a ésta con 19 años y cuando solo 15 meses después de firmar por el club de Mestalla ya estaba debutando con el primer equipo en Copa del Rey en una eliminatoria ante el Club Portugalete en la que anotó su primer gol. Formado íntegramente en el humilde club de la localidad que le vio nacer, el nuevo jugador blanquivioleta dio el salto al monstruo valenciano para llegar al profesionalismo. Tan cierto como que su paso por la cantera ché fue inexistente, es verdad que al llegar al club valencianista fue quemando etapas con mucha facilidad.
Poco más de un año después de llegar, debutaba con el primer equipo. Unas semanas después de ese estreno, pisada la élite y lo hacía en el Camp Nou y ante el FC Barcelona de Pep Guardiola. Poco después disputaba, ante el Racing de Santander, su primer partido como titular. Las etapas se caían de las manos de un Míchel que, en sus tres primeros años en Valencia, vivió de todo. Llegó, terminó su formación, se hizo importante en el filial, debutó en Primera División, disputó partidos europeos, anotó su primer gol como profesional y participó en el descenso del Valencia Mestalla a Tercera División en 2010. Un máster exigente para debutar en el fútbol profesional, aquél que, poco después, le llevaría a seis equipos diferentes, siete contando su reciente firma con el Real Valladolid.

De Coruña a Oviedo

Tras el descenso del filial ché y ver que en el primer equipo valencianista se iban a frenar muchas de sus opciones de crecimiento, Míchel aceptó la primera de sus cesiones. En 2010 se marchaba al Deportivo de la Coruña, donde no tuvo suerte. Una gran lesión de rodilla en el comienzo de la temporada le mantuvo fuera del equipo varios meses. Finalmente fueron 444 minutos de triste experiencia. Con un dolor, que se multiplicaría con el descenso del equipo gallego, el valenciano regresaba cerca de casa para vivir una cesión al Hércules de Alicante de Segunda División y otra al Levante UD de Juan Ignacio Martínez. Posiblemente sus mejores decisiones.
Si había una forma de recuperar la confianza perdida en Riazor fue con los dos siguientes préstamos que el Valencia hizo con él. El crecimiento goleador de Alicante, donde hizo 14 goles, para guiar al equipo de Juan Carlos Mandiá hasta el play-off de ascenso le regalaba la oportunidad de volver no solo a Primera sino a competición europea. El Levante se fijaba en él y lo hacía para una temporada histórica. Querían que en el momento más importante de la historia de la entidad granota, el nuevo jugador blanquivioleta fuera básico como lo demostró el hecho de jugar 51 e los 54 partidos de aquella temporada en el conjunto de Juan Ignacio Martínez.
Los ocho goles anotados le dejaban con una cifra de 22 tantos en dos años. Cifras de gran goleador que valían el regreso al Valencia de Miroslav Djukic. El ex del Pucela confiaba en el potencial del jugador y tanto el serbio como Braulio Vázquez firmaban su regreso. Éste no tuvo el peso esperado y el jugador, un año después de volver, tomaba la decisión de llegar al Getafe CF, club que cambiaría su vida.

Hasta China

Su llegada al equipo azulón se correspondía con la continuidad de Cosmin Contra en el equipo. El rumano empezaba un proyecto en el que solo estaría 17 partidos. Una propuesta desde China propició la salida del entrenador y del jugador. Ambos se marchaban al Guangzhou, en una gran oportunidad para sus carreras. La estancia en China fue corta. El entrenador se marchó a los meses y el jugador, un año después. La cesión al Real Oviedo del pasado mercado invernal era un intermedio de la exótica experiencia que, por fin, se terminaba hace pocas horas. 
Míchel ya es historia del club chino y lo hace para cumplir su gran objetivo del verano: llegar al Pucela de Braulio Vázquez. Tras rescindir su contrato, el valenciano firma tres temporadas con un Real Valladolid que ha formado un interesante proyecto, donde el centro del campo es la base de todo juego. Éste lo completa un valenciano de 28 años y con una experiencia elevada en el fútbol español y de Segunda División.