El triste sueño de Igor

El pasado 27 de septiembre Igor Lichnovsky recibía una sublime noticia. Tras cuatro años desde su debut con la selección absoluta de Chile, el central del Real Valladolid era citado por Juan Antonio Pizzi para dos duelos que iba a disputar el combinado chileno ante Ecuador y Perú. Una importante llamada para la carrera del jugador y que está teniendo un importante peso en el día a día, aquel que se vive de blanquivioleta. Desde aquella citación y su consiguiente regreso al Nuevo Estadio Joosé Zorrilla, los de Paco Herrera han disputado cinco partidos pero el chileno solo ha disputado 51 minutos.

 
De los 450 minutos posibles, el futbolista solamente se ha vestido de corto para sustituir a Alberto Guitián en la importante victoria (1-2) ante el Gimàstic de Tarragona. Su relevancia ha bajado y, actualmente, es el cuarto central de la plantilla por detrás del mencionado cántabro, de Alex Pérez y de Rafa López, ahora lesionado. No cuenta con la confianza del cuerpo técnico como la tenía en el comienzo de temporada y pese a estar solamente ausente de la citación ante el Real Zaragoza, ha perdido su puesto y compañeros de zaga como el del madrileño, el mejor jugador de octubre, lo han aprovechado. El chileno deberá trabajar para volver a adquirir ese puesto que le hizo ser titular e indiscutible en las primeras seis jornadas pese a ser el último defensa en llegar al proyecto blanquivioleta.

Nada de cara

Tras ese sueño que significaba para el jugador volver a ser convocado por su selección nada está saliendo de cara a un futbolista que ve como cada detalle le genera un aspecto más secundario. La llamada de Chile le ha hecho suplente en Valladolid, esta situación y la recuperación de ciertos compañeros ha provocado que no vuelva a ser llamado por Juan Antonio Pizzi y que aquel sueño de volver con Chile no le haya dejado ninguna nota positiva, comenzando porque viajó pero no debutó en aquella llamada de octubre. Ahora, tras la segunda lesión de Rafa López en la temporada, el duelo por ganarse el puesto puede devolver al jugador a la situación que ostentaba con confianza hasta no hace tanto tiempo.