Una vida con Terrazas

El pasado y reciente día 1 de diciembre el Club Deportivo Mirandés comunicaba la salida de Carlos Terrazas del club burgalés tras una vida en el Estadio de Anduva. El experimentado entrenador vasco era destituido tras participar en cuatro temporadas en el proyecto castellanoleonés y ser el técnico más asentado en un equipo de 'LaLiga 1|2|3'. Ahora, sin el ex de Bilbao Athletic o Deportivo Guadalajara en el banquillo, el próximo rival del Real Valladolid comienza una nueva etapa. Una fase de su historia después de haber cerrado la de Terrazas tras 1.082 días en el cargo.

 
Casi cuatro años en un mismo banquillo es un éxito y si éste es español y de Segunda División, más aún. Por ello sorprendía la decisión institucional. Era cierta e innegable la mala racha del equipo burgalés pero también era verdad que Carlos Terrazas se había ganado una confianza que, en esta ocasión, se le denegaba. Tras 135 partidos al frente del equipo y consiguiendo 45 victorias, por sólo 50 derrotas, el fútbol volvía a demostrar la poca memoria que tiene con los entrenadores. El eslabón más débil de la cadena del fútbol caía tras un descenso a Segunda División B, dos permanencias más que dignas y una participación copera de gran nivel en la pasada campaña.

Buen bagaje

Un enorme bagaje de un entrenador que no ha podido sostener una racha de nueve jornadas consecutivas sin ganar y que le habían instalado en la zona de descenso, incluso, en el farolillo rojo de la categoría. Tras un brillante inicio de campaña en el que no conocieron la derrota hasta la décima jornada, después de una derrota (3-0) ante la Sociedad Deportiva Huesca, comenzaría el declive del equipo. Un descenso que terminaba con uno de los entrenadores más importantes de la historia reciente del Club Deportivo Mirandés. Un preparador ambicioso que deja unas estadísticas globales de gran calado.
De los 135 partidos, consiguió 45 victorias, 40 empates y 50 derrotas. Todo alimentado por 152 goles a favor, un promedio de 1,12 por partido, y tras 170 tantos encajados. Buenas cifras para cualquier equipo modesto de la categoría pero, sobre todo, para un conjunto reformado todos y cada uno de los veranos. Los éxitos significaban la salida de los jugadores más destacados cada verano. Raúl Fernandez, exblanquivioleta, o Lago Junior, durante la pasada temporada, o Urko Vera y Razak Brimah, tras la temporada 2014/2015, obligaban al cambio en el Club Deportivo Mirandés. Evoluciones que dirigía Carlos Terrazas, entrenador y mánager general hasta el pasado jueves.

La Copa 2016

El equipo burgalés llegó al corazón de muchos aficionados al fútbol cuando en la temporada 2011/2012, con Juan Carlos Pouso en el banquillo, llegaron hasta las Semifinales de Copa del Rey. Hace menos de un año el éxito no fue tal pero lo rozó. El equipo de Carlos Terrazas llegó hasta los Cuartos de Final tras eliminar a dos equipos de Primera División. En el penúltimo escollo para llegar a la Final, Unai Emery despertó del sueño a un Terrazas que ya había superado al Club Atlético Osasuna, tras alineación indebida del equipo navarro, Real Oviedo, Málaga CF y Deportivo de la Coruña.

Un abultado resultado final de la eliminatoria (5-0) puso fin al sueño del entrenador vasco, de igual forma que el club ha cerrado su etapa hace pocos días, con demasiada brusquedad. Sin él, Javier Álvarez de los Mozos, que fuera su segundo entrenador, se ha hecho cargo del equipo y no con un mal inicio. En su primer partido se impuso (1-0) al Elche CF y con esos tres puntos, el equipo burgalés rompía la mala racha acumulada y abandonaba el último puesto de la clasificación, al que volvía el Gimnàstic de Tarragona. El Nuevo Estadio José Zorrilla, tras la llegada de Claudio Barragán, probará la fuerza del cambio que el Consejo burgalés oficializaba el pasado jueves.