"Es una falta que no debemos cometer"

Tras dos victorias importantes, el Real Valladolid doblaba la rodilla en Getafe después de una mala segunda parte. Los buenos instantes de juego de los primeros 45 minutos gustaban a Paco Herrera pero éste se mostraba dolido por cómo había actuado su equipo en el segundo acto. El inicio del juego y la debilidad mostrada para superar el golpe del primer gol dolían al entrenador que resumía su lectura del partido en los cinco minutos en los que Isaac Becerra encajaba los dos primeros goles madrileños. Tras ellos, la historia fue la que el entrenador pacense no ha querido.

 

Sencillo resumen

"Ha sido una premonición", aseguraba el entrenador al hablar del primer gol porque llega, de lo que él cree que es "una falta que no debemos cometer en una banda" pero que "es nuestra debilidad", como él definía. "Parece que era un problema que habíamos superado" pero que "ante un pequeño problema" ha renacido. Ese detalle marcaba el partido ya que, según Herrera, "hemos hecho una buena primera parte. Hasta el punto de que "hemos merecido más". Después, ya "en la segunda parte han sido cinco minutos nefastos" que "han acabado con el partido".
El detalle de la falta de Igor Lichnovsky, muy criticada por el entrenador, "está siendo así todo el año" porque "no leemos esta situación". Aunque afirmaba que "no somos especialistas" se lamentaba de no ver una gran evolución en sus jugadores. El fallo que le preocupa menos es el del tercero, aquél que cerraba la posible reacción blanquivioleta. Para él "el tercer gol viene de un fallo no habitual" pero que "ha sido consecuencia de las prisas que no son buenas consejeras". El fallo y el resultado de éste no molesta tanto como el hecho de que "hemos cometido tres errores más en pases por dentro". 
Dolido por las facilidades pucelanas en determinados aspectos, Paco Herrera aseguraba que los cambios de Jaime Mata y Jose Arnáiz llegaban por que "el partido estaba tan feo que temía que nos quedáramos con 10". Asegurando que "he temido por Mata" porque "ya tuvo una situación así", Herrera aseguraba que "no había intencionalidad de improvisar ni inventar nada". Sólo quedaba lamentarse por lo firmado y alegrarse por el avance de los primeros 45 minutos.
En esa primera parte en la que "el equipo ha competido el partido que se necesitaba" ya que éste obligaba a "hacer el partido de hombres". El segundo acto rompía todo. "La debilidad que hemos tenido en la primera situación nos ha hecho daño" y, a su vez, ha desnivelado el partido y las esperanzas pucelanas de cerrar bien el año.