Grandes desequilibrios

La hoja de presentación del Real Valladolid no está siendo sencilla esta temporada. El equipo de Paco Herrera parece no encontrar su sitio en la tabla pero, tampoco, su guión y su regularidad. Pese a que Sergio Marcos se muestre seguro en la idea del Pucela, el conjunto blanquivioleta sólo ha mantenido su puesto en la clasificación en una jornada. En el resto, ha subido o ha bajado en la tabla, pero nunca manteniendo lo conseguido semanas atrás. La derrota (3-2) ante el Levante UD en el Estadio Ciutat de Valencia dejaba al equipo en el decimoctavo puesto de la clasificación y sin entrar en descenso por el gol de Ibán Salvador, mismo lugar que mantenía tras perder (1-2) en el Nuevo Estadio José Zorrilla ante la Sociedad Deportiva Huesca.

 
Tras ese triste mantenimiento al borde de la zona de descenso, el Real Valladolid ascendió en la clasificación. Lo hizo sin frenos y hasta llegar a la zona de play off en sólo cinco jornadas. Ese ascenso meteórico caía y volvía a subir. Nada tenía equilibrio. No se encontraba estabilidad. No se hacía en el terreno de juego y, menos, en la tabla clasificatoria. Desniveles e irregularidades que definen la temporada de un equipo imprevisible sobre el terreno de juego y en la clasificación, donde no ha sido capaz de mantener su puesto con firmeza. Siempre lo ha variado y, casi siempre, ha sufrido por hacer bueno lo conseguido en jornadas anteriores, pero al que no le ha costado nada perder la firmado semanas atrás.

Peor puesto de 2017

Dicha situación ocurre en la actualidad. El equipo de Paco Herrera, que es noveno tras el empate (0-0) ante el CD Tenerife y que se encuentra a tres puntos de la zona de play off, vive su peor puesto desde que comenzara el año 2017. Cerrando 2016 desde la decimotercera posición después de perder (3-1) ante el Getafe CF, los primeros resultados provocados por el cambio de año dejaron al equipo blanquivioleta en la zona alta. Incluso ha llegado a dormir dos semanas en zona de play off. Ahora, tras el empate del pasado domingo, el equipo es noveno.
Obviamente no es el objetivo que se quiere cumplir. Se busca cambiar la situación y, seguro, que se cambiará. Se espera que sea para mejor o, quizás, todo pueda empeorar. Lo que queda claro en la hoja de presentación pucelana tras 25 jornadas es que el actual no será el puesto del futuro. Lo cambiará y lo hará con brevedad. Seguro. Este Pucela está definido por sus grandes desequilibrios.