"Quedar octavo no vale para nada"

Capitán de pocas palabras, pero serias y directas. Rafa López siempre es tajante cuando pasa por la sala de prensa y así fue tras su regreso al once titular en Alcorcón. Un encuentro que supuso para él una "alegría doble. Que gane el equipo siempre es lo primero. Y encima estando en el once titular". El canterano se mostró "muy contento". ¿Se ve de nuevo en el once este sábado?: "Es cosa del entrenador, pero por lo que está haciendo durante la temporada normalmente el que juega y lo hace bien y hay buenos resultados mantiene el equipo".

 
Pese a llevar meses esperando en el banquillo, Rafa se sintió en el Estadio de Santo Domingo "muy cómodo". Y es que, según explica, "me he entrenado cada día pensando que iba a jugar. El otro día ese trabajo me sirvió para notarme igual que cuando jugaba habitualmente". El de Peñafiel ratifica que los jugadores se sintieron cómodos con la defensa de cinco: "El Girona juega igual y saca resultados. Es un poco que se dé bien y en casa ser más atrevidos. Para nosotros no fue novedad porque lo habíamos ensayado. Durante la semana estuvimos hablando mucho de cómo hacerlo los cuatro centrales", dijo en referencia a Igor Lichnovsky. 
Su cambio de rol, de un día para otro, no le sorprende en exceso: "El fútbol cambia mucho. Con una victoria parece que todo es muy bueno y en la derrota todo se hunde, pues los jugadores igual".
La derrota frente al Levante UD hizo daño, pero a la larga puede haber sido hasta positiva: "A nadie le gusta, pero a veces un varapalo fuerte viene bien. El otro día vi un equipo muy intenso. Hicimos muchísimas faltas que demostraron una intensidad diferente".
Exigente a principios de temporada, Rafa López mantiene que no se puede pensar en otra cosa que no sea un ascenso: "Sigo pensando lo mismo. Hay que meterse entre los seis primeros y coger la plaza de play off. Si ganamos al Nàstic, después del partido estamos metidos, hay muchos enfrentamientos directos".
¿Había nervios dentro de la caseta?: "Esa tensión era querer más. Saber que no estábamos dando todo, que se nos podía ir el objetivo y sería muy feo estar dos o tres meses sin objetivos. En el vestuario quedar décimo u octavo no vale para nada".