Un entrenamiento con muchos detalles

La penúltima sesión de la semana para el Real Valladolid antes de viajar a Almería fue la más movida de los últimos días. Y no solo fuera del terreno de juego, con Carlos Suárez y Braulio Vázquez presenciándola por separado, sino también dentro de él. De hecho, cuando ya se llevaba aproximadamente media hora de trabajo, Paco Herrera se vio obligado a parar el entrenamiento y llamar la atención a sus jugadores por falta de concentración. "¡Si seguimos así, no tenemos nada que hacer ni hoy, ni mañana, ni el domingo! ¡Y tenemos un partido de la hostia!; ¡Buenos días!", les recriminó a sus futbolistas para que despertaran.

La buena noticia vino por parte de Raúl de Tomás, que tras dos días consecutivos sin ejercitarse con el grupo por un fuerte golpe en el tobillo, regresó a los Anexos para completar la primera parte del entrenamiento. El resto del tiempo trabajó al margen junto al recuperador físico David Chorro, con el objetivo de estar disponible para el encuentro del domingo ante el conjunto rojiblanco.
Sin el madrileño en la parte final, Paco Herrera dispuso un partidillo 11 para 11 a lo ancho del campo de hierba natural. En él, la novedad fue la posición de Jose Arnáiz, que actuó como delantero centro en uno de los equipos. Incluso, tras los estiramientos, cuando el resto de sus compañeros se retiraron al Nuevo José Zorrilla, el técnico extremeño llamó al talaverano para corregir alguno de los movimientos que había tenido en el último ejercicio. Con ello se puso punto y final a una sesión que tendrá continuidad el viernes en el Estadio y a puerta cerrada.