Tres motivos para creer después de un 0-3

Después de la derrota del Real Valladolid a manos del Gimnàstic de Tarragona, los ánimos de la parroquia pucelana se han rebajado aunque sigue aumentando su presencia en el Nuevo José Zorrilla. Carrera de fondo esta Liga 1|2|3 en la que existen varios motivos por los que creer en esta escuadra pucelana.

 
Tres golpes maestros. Eso es lo que ofreció el Nàstic en el Nuevo José Zorrilla. Efectividad total catalana ante un equipo que no supo reponerse de los golpes recibidos como en otras ocasiones. Pero en este deporte no hay nada escrito y menos en la categoría de plata. En definitiva, hay muchos ingredientes en el menú blanquivioleta para creer en este equipo. Los más importantes se podrían resumir en tres:

Partidos 

29 por disputarse. 87 unidades en juego. Cualquier competición es larga, compleja, sinuosa… Pero la Liga 1|2|3 es la reina de todas en ese aspecto. La regularidad es básica y saber controlarla vital. La zona noble de la clasificación está solamente a poco más de un partido. Con casi 90 puntos en juego, todo equipo merece credibilidad. El Real Valladolid no iba a ser menos. Si tanto plantilla como cuerpo técnico consiguen mantener la calma en los momentos más complicados, los resultados llegarán, las victorias no se escaparán y los puntos subirán al casillero del equipo que preside Carlos Suárez.  

Jaime Mata 

Contar con el que hasta la fecha es el Pichichi de la competición es una credencial muy fiable para creer en este equipo. Todo o casi todo lo que fallaba el ‘9’ blanquivioleta el curso pasado lo está convirtiendo en gol esta temporada. 11 dianas para el delantero madrileño. Aunque no solamente se encarga de transformar. A esos tantos hay que sumarle dos asistencias. ‘Parte y reparte’ Jaime Mata. De una manera u otra, portería en mente constantemente. Si sigue con esta efectividad, la escuadra vallisoletana va a ganar muchos enteros para poder estar arriba al final de la temporada. 

Equipo y afición 

Obviedad que no siempre se tiene en consideración. Desde el último descenso del Real Valladolid pocas veces se ha visto más equipo, más bloque que el de esta campaña 2017/2018. Se han buscado hombres en vez de nombres y con la ayuda de la cantera se ha formado un todo. Si se suma a la calidad da un fruto muy codiciado, escaso en Segunda División. Pero con ejemplos como el del Girona FC, el CD Leganés y la Sociedad Deportiva Eibar queda reflejado. Luis César y esta plantilla tienen mimbres para ello. Detrás, un público que este año quiere ser partícipe de un ascenso. Con el Fondo Norte a la cabeza, la afición para nada fría del pucela quiere ver a los suyos ganar, necesita disfrutar en el José Zorrilla. Pese a la derrota, el aforo superaba los 9.000. Equipo e hinchada, todos a una, en busca de la Primera División.