Un descanso fructífero

Sin ser un gran Real Valladolid, la versión blanquivioleta de la segunda parte del duelo ante la Unión Deportiva Almería ofreció muchas más garantías de lo que lo hizo el de los primeros 45 minutos. La entrada de Óscar Plano y Míchel Herrero en el tiempo de descanso ofreció un plus de ataque, estabilidad, dominio del juego y confianza al equipo de Luis César Sampedro. El entrenador gallego reaccionó para cambiar al situación del equipo tras los primeros 45 minutos, momento en el que el míster blanquivioleta suele mover algunas piezas, aunque hasta este domingo no había tenido el premio de la victoria.

 

Cuarta ocasión

Esta versión de Luis César se vio muy pronto. En la primera jornada, en la derrota (1-2) ante el Fútbol Club Barcelona B, el mal inicio pucelano hizo que Javi Moyano y Antonio Cotán fueran sustituidos en el tiempo de descanso. Su lugar lo ocupaban Luismi Sánchez y Pablo Hervías. Con las sustituciones se vio a un nuevo Pucela pero una versión insuficiente para darle la vuelta al marcador. Igualmente paso en el Estadio de Vallecas en la octava jornada. 
La mala primera parte del equipo vallisoletano hizo replantearse la formación a un Sampedro que hizo dos cambios. Los sacrificados fueron Luismi Sánchez e Ibán Salvador y los refrescos, Míchel Herrero y Asier Villalibre. Cambios insuficientes para una reacción y para evitar la abultada derrota final (4-1).
En ninguna de las dos ocasiones, el descanso había sido fructífero pero éste tuvo una evolución en la undécima jornada. Un nuevo inicio malo del Real Valladolid ante el Club Deportivo Lugo dejaba el duelo muy en contra. Dos goles de diferencia hicieron que Borja fuera sustituido por Míchel Herrero en el descanso. La entrada del '21' cambió a un equipo que terminó empatando (2-2) pero no dando la vuelta al marcado como sí hizo este domingo. Por fin, y en el cuarto cambio de timón de Luis César Sampedro, el paso por los vestuarios significó la remontada del equipo, aquélla que vale para estar a dos puntos del play off.