El Celta escribe una tesis para resucitar muertos

Esto es Primera División, y eso exige estar a tope los 90 minutos, correr todo el partido y no regalarle la vida a un rival que tenías muerto. Esto es lo que hizo el Celta con el Valladolid, devolver la vida a un cadáver enterrado en el minuto ocho. El empate a tres goles deja muchas dudas en Vigo tras la mala puesta en escena de los de Antonio Mohamed.

Las bajas obligaban a Antonio Mohamed a realizar cambios, pero nadie se esperaba las cinco caras nuevas con las que compareció el Celta a Balaídos. Un once con un ojo en Mestalla, con un técnico que dejaba en el banquillo a Júnior Alonso, Beltrán y Pione Sisto, titulares en las cuatro primeras jornadas.

Inicio arrollador

Lo que no cambia es la predilección de Iago Aspas por el Pucela, el moañés lograba antes del cinco su sexto gol al Valladolid en cinco partidos. Aspas puso la puntilla a Masip tras la asistencia de Maxi Gómez que recibió la pelota tras una gran internada de Juncá.

La fiesta continuaba sólo tres minutos después, en esta ocasión era Maxi Gómez tras la incertidumbre generada por la petición de VAR. En un cambio de roles era Aspas el que asistía al delantero charrúa para poner el 2-0 en el minuto 8. El Celta daba casi por cerrado el encuentro cuando muchos aficionados aún no se habían sentado en su localidad.

Los de Mohamed dominaban el choque a placer, disfrutaban de más ocasiones para ampliar el marcador gracias a la calidad de Sofiane Boufal, una pesadilla para Moyano en los primeros minutos del encuentro. La facilidad del choque permitió a los celestes bajar una marcha lo que posibilitó algunas tímidas llegadas de un Pucela descompuesto y desarbolado.

Brais Méndez, a pase de Aspas pudo marcar el tercero antes de que Alcaraz tuviese la opción más clara del Valladolid con un remate lejano que impactó en la cepa del poste derecho de Sergio Álvarez. Demasiada relajación en un Celta que dio alas a los de Sergio González en el tramo final de la primera mitad.

Óscar Plano recorta distancias

Con la mente puesta en el descanso y el Real Valladolid realizando sus mejores minutos del partido llegó el tanto de Óscar Plano, el atacante blanquivioleta remató completamente solo con la cabeza un centro de Nacho para abrir de nuevo el choque disputado en Balaídos.

Los mismos  protagonistas regresaban al campo con la misma dinámica en el choque, el Celta, titubeante dejaba dominar a un Valladolid que se seguía creciendo por demérito local. Los de Sergio a punto estuvieron de lograr la igualada con un centro de Keko al que casi llega Óscar Plano.

Aspas al rescate

El Celta no lo estaba pasando bien pero siempre tiene un as en la manga nacido en Moaña y que se llama Iago Aspas. El delantero recibió en la frontal un pase de Boufal, se hizo con el espacio y encontró un hueco en la portería de Masip para poner un 3-1 que tranquilizaba a la parroquia celeste.

Pero no era la tarde del Celta, romo y dormido durante muchos minutos, el Valladolid, que parecía que había bajado los brazos se encontraba con un nuevo tanto en las botas de Enes Ünal. El ariete turco remató de primeras un centro de Nacho, que lograba la segunda asistencia de la tarde.

O Gato salvador

El tanto de Ünal dejaba muy tocado al Celta, ahora acorralado por el Valladolid. Sergio salvaba a los suyos con una espectacular parada en el uno a uno contra Cop cuando Balaídos se temía lo peor.

Brais Méndez gozaba de dos claras ocasiones, la primera falta ejecutaba por el mosense, que se equivocó al no soltar el balón a Aspas o Maxi y la segunda, desbaratada por un gran Masip, que adivinó la dirección de una pelota que iba por toda la escuadra.

Con 20 minutos por jugar, todo era tensión sobre el césped. El Celta agradecía el segundo descanso para beber. Mohamed se guardaba un último cambio ante un Valladolid desbocado y lanzado a por el empate. Beltrán entraba en el 80 por un desacertado Brais Méndez.

Era Beltrán el que robaba un balón en la medular para lanzar un contra con Iago Aspas, el delantero, agotado llegó muy justo al remate lo que permitió a la zaga blanquivioleta desarticular el que hubiese supuesto su tercer tanto y el punto y final de un agónico partido.

Mazazo final

Cuando los celestes soñaban con el pitido final, llegó el tercer tanto pucelano obra de Leo Suárez, que acababa de entrar al campo. El Celta terminaba de escribir una tesis de cómo resucitar a un muerto en un puesta en escena penosa durante buena parte del encuentro.

Todos los resultados en https://resultados.eldesmarque.com