La suerte se alía con el Celta

Con más corazón que cabeza, el Celta volvió a la senda de la victoria tras derrotar 2-1 al Sporting de Gijón con un tanto de rebote de Nolito en el minuto 84. En un flojo partido, el equipo vigués aprovechó al máximo sus oportunidades y se sobrepuso al empate de Carlos Castro tras un fallo garrafal de Sergio. 

Decía Berizzo que esta semana tocaba mover el avispero y cumplió con su palabra. La apuesta por Bongonda y Guidetti funcionó en el primer acto. El centro del campo estuvo más equilibrado y con el belga pegado a banda derecha, el míster buscó aprovechar la debilidad de Isma López por ese carril. El plan provocó un gol al cuarto de hora de encuentro. Nolito vio el desmarque del extremo y le puso un balón perfecto al área. Bongonda lo tocó de primeras a Orellana, que solo tuvo que empujar el cuero a la red. Perfecta y rápida triangulación.
La reacción del Sporting fue muy tímida. Solo conseguía desbordar por banda izquierda gracias a las subidas de Isma López, que permitían a Jony buscar diagonales. Los acercamientos apenas tenían aroma de peligro y Sergio vivió una plácida primera parte. Con Nolito poco participativo, Guidetti tomó las riendas del ataque y demostró lo que puede aportar a este equipo. Primero con un gran pase en profundidad que Bongonda terminó con un flojo disparo a las manos de Cuéllar. Poco después, el sueco lo intentó con un disparo desde el pico del área que detuvo el guardameta visitante con algún problema. El atacante no paró de incordiar a los centrales sportinguistas.
Tras el paso por los vestuarios, la escuadra astuariana dio un paso hacia adelante y se hizo con el control del partido ante un Celta que se conformó con dejar pasar el tiempo y sorprender al contraataque. Las llegadas del Sporting eran cada vez mayores, aunque sin conseguir generar accionas claras de gol. En el minuto 65, tras una sustitución por cada equipo, Sergio sacó de puerta a Carlos Castro (recién entrado al terreno de juego), que no desaprovechó el regalo del portero local para poner el empate en el luminoso. Error garrafal del 'Gato' de Catoira, que aumenta más si cabe en el debate en la portería celeste.
Mazazo psicológico
Ese tanto tan absurdo supuso una losa para el Celta, que se vino abajo de forma inexplicable. Por la cabeza de los jugadores debieron pasar los fantasmas de la mala racha del año pasado y el equipo se mostró nervioso y desconcertado. Carlos Castro casi hurga en la herida de Sergio, pero su vaselina no encontró portería. Todo parecía condenado al empate, sin embargo la suerte apareció al rescate. Iago Aspas buscó a Nolito con un pase en profundidad. Cuéllar intuyó la acción y salió rápido al corte. El despeje alocado del guardameta pegó en la pierna del gaditano y entró en su portería.
Toda la tensión en el bando local desapareció con ese tanto y esta vez el mazazo sí fue definitivo para el Sporting. Nolito cogió confianza y se inventó una vaselina que pegó en el larguero. Sin hacer un buen partido, el internacional español participó en los dos goles y en la mejor ocasión del Celta. Por eso Berizzo nunca lo quita del campo. Con el pitido final Balaídos respiró aliviado y confía en que este choque suponga un punto de inflexión en la dinámica viguesa.