Experimento fallido

El Celta sumó en Málaga su segunda derrota consecutiva en Liga en un encuentro marcado por el mal planteamiento táctico de Berizzo y los fallos de Rubén Blanco, que se equivocó en todas las acciones claves del encuentro. Con este tropiezo, el club vigués ya no podrá firmar la mejor primera vuelta de su historia.

 
El experimento de Berizzo se vino abajo a los cinco minutos, los que tardó Charles en aprovechar un grave error de Rubén Blanco para adelantar a los locales. El portero celeste se quedó a media salida y no pudo hacer nada por detener el cabezazo del ex del Celta. En esa acción tampoco estuvo fino Sergi Gómez, que se despistó en la marca del delantero. El catalán no funcionó como mediocentro defensivo y se le vio muy perdido en una posición que evidentemente no es la suya.
Con desventaja en el marcador, el cuadro vigués intentó reaccionar rápido, pero estaba atascado en la salida de balón. Apenas había líneas de pase y Orellana tenía que retrasar demasiado su posición para liderar los ataques. Precisamente el chileno tuvo la primera ocasión del Celta en el minuto 20. Un centro espectacular de Iago Aspas desde el lateral del área lo remató fuera 'El Poeta' en el segundo palo. El Málaga respondió a esa oportunidad con el segundo tanto. En el área pequeña, Albentosa cabeceó a la red un saque de esquina. De nuevo Rubén Blanco dudó en la salida y no pudo reaccionar a tiempo al testarazo.  
Con todo cuesta arriba, los celestes buscaron recortar distancias antes del descanso y tuvieron una ocasión inmejorable en el minuto 40. Un centro de Orellana con el exterior de la pierna derecha lo tocó Aspas de cabeza para Wass, que solo ante Kameni, mandó el balón al larguero. Al contrario de a lo que nos tiene acostumbrados, Berizzo solo tardó diez minutos en el segundo tiempo en meter a Bongonda y recuperar el 4-2-3-1. La entrada del belga rompió al equipo en dos y Amrabat marró dos oportunidades claras para sentenciar el partido.

Penalti y expulsión

Pasada la hora de encuentro, Rubén completaba su día para olvidar con un penalti absurdo sobre Amrabat tras una salida temeraria que le costaba una rigurosa tarjeta roja. En defensa del mosense, no es normal que la defensa dejase solo al marroquí y se fueran dos jugadores con Charles, que dio el pase que acabó en pena máxima. Sergio saltó al terreno de juego y se reivindicó parando una pena máxima mal tirada por el marroquí del Málaga. Esa parada no se tradujo en una reacción del Celta, que acusó la inferioridad numérica y en ningún momento metió el miedo en el cuerpo al conjunto de Javi Gracia, que perdonó demasiado ante el guardameta de Catoira.