El Celta se ha olvidado facturar goles en su equipaje
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Hace pocas semanas el Celta era uno de los mejores equipos a domicilio de la competición, con cinco victorias y un empate en once encuentros sumaba 16 puntos fuera de Balaídos siendo los encuentros como local el verdadero quebradero de cabeza de los de Unzué. La tendencia ha cambiado, el Celta ya no es ese visitante temible, sus últimas cuatro salidas han sido un fiasco.
El los once encuentros previos, donde se sumaron los 16 puntos que el Celta acumula como visitante, los de Unzué anotaron 22 goles, una media de dos tantos por encuentro. Una estadística, sin duda, inflada por las goleadas cosechadas en Ipurúa ante el Éibar (0-4) y en el estadio Gran Canaria contra Las Palmas (2-5).
La historia ha cambiado, de forma radical, en los últimos cuatro choques que el Celta ha disputado fuera de casa. El balance es desolador, cuatro derrotas, ante el Deportivo Alavés, Getafe, Girona y Atlético de Madrid con un único gol anotado.
Fue ante el cuadro babazorro, Iago Aspas acortó distancias en Mendizorroza pero los vigueses fueron incapaces de anotar el segundo. A partir de ahí aparece el páramo, 300 minutos sin celebrar un sólo gol fuera de Balaídos, cero puntos, cero goles por los siete que ha encajado.
El Celta se olvido de meter en sus maletas goles, sin ellos, debido a la fragilidad defensiva del equipo tampoco hay puntos y las opciones de pelear por Europa se van complicando jornada tras jornada. El Villarreal, sexto, tiene seis puntos de ventaja sobre los olívicos; el Girona, séptimo, suma cinco más.
Quedan diez jornadas por disputar, el Celta se tendrá que enfrentar al Barcelona, Real Madrid, Villarreal, Athletic Club, Málaga, Sevilla, Leganés, Deportivo, Valencia y Levante. Un duro calendario en el que las prestaciones del cuadro dirigido por Unzué deberán mejorar si quiere pelear por la sexta y séptima plaza.