Borja Iglesias y Costas, los únicos con opciones de volver

El Celta ha batido su récord de cedidos esta temporada, hasta nueve jugadores con contrato están jugando en otros equipos. La mayoría de las experiencias no han sido satisfactorias, pero hay dos futbolistas que si han aprovechado su cesión para ganarse un puesto en la primera plantilla la próxima temporada, David Costas y Borja Iglesias.

 
El caso más claro, por rendimiento, debería ser el de Borja Iglesias. El delantero santiagués se ha convertido en el líder absoluto del Real Zaragoza y en uno de los máximos goleadores de la segunda división. Borja suma 17 goles en su primera experiencia en la categoría de plata.
Su fútbol y sus números abalan el regreso de Borja Iglesias al primer equipo, pero su contrato, que sigue sin ampliarse y su miedo a no contar con excesivas oportunidades provocan que el canterano no esté seguro de dar ese paso. Borja quiere minutos y oportunidades, algo que no le garantizó Unzué y que provocó su salida al Zaragoza. 
El futuro de Borja Iglesias en el Celta dependerá de lo que suceda con los otros delanteros, las opciones de tener protagonismo pasan por una posible venta de Maxi Gómez ya que parece que Borja Iglesias no está dispuesto a aceptar un rol de tercer punta como el que ha tenido Guidetti o el que está realizando Boyé.
David Costas es el otro canterano con opciones reales de quedarse en la primera plantilla. El vigués ya tuvo opciones de permanecer este curso en el Celta, pero era consciente de las pocas oportunidades que iba a gozar. La defensa es la línea que puede sufrir más transformaciones la próxima campaña.
No se descarta la salida de ninguno de los centrales, Fontàs tiene pie y medio fuera mientras que los argentinos puede solicitar su marcha. El único intocable es Sergi Gómez, pero si el club no es capaz de ampliar su contrato podría ponerlo en el mercado.
David Costas, tras un nuevo año de crecimiento en el que ha llegado a debutar con el primer equipo del Barcelona, se ve capaz de pelear por la titularidad en el Celta o asumir un rol de tercer central, un puesto con muchos minutos. El defensor ha demostrado que Segunda se le queda pequeña tras su paso por Mallorca, Oviedo y Barcelona B.