Una victoria en diez partidos, el pírrico bagaje celeste

Es complicado encontrar un final de temporada peor en el Celta en las últimas campañas, el bagaje del equipo dirigido por Juan Carlos Unzué en este tramo final es de una victoria y cinco empates en los últimos diez encuentros de Liga, justo cuando el discurso era pelear por la séptima plaza, que daba acceso a la previa de la Europa League.

 
Ocho puntos en diez partidos, esos son los números de un Celta que hace meses que ha perdido la fe en lo que hace o en lo que le propone hacer un cuerpo técnico que siempre ha estado en duda y ahora ya esta sentenciado. Esta única victoria, ante el Sevilla en la jornada 31, coloca al Celta en una racha de seis partidos sin ganar.
Un balance que hace que el equipo haya ido cayendo en la tabla, y que a falta de una jornada para que concluya la liga vea como la decimosexta posición se haya convertido en una realidad factible. A falta de los partidos de Espanyol y Levante, ambos con 43 puntos, el Celta ocupa la decimotercera posición con 46 puntos.
Sólo los cinco empates, dos de ellos de mérito, ante el Barcelona y el Valencia alivian la posición en la tabla en un curso donde el equipo estuvo centrado en una única competición, la liguera. Esa victoria, ante el Sevilla, fue la última alegría de un equipo que aseguraba que iba a pelear por Europa, una lucha en la que se mantuvo no por sus méritos, si no por los pinchazos de sus rivales.
Getafe, Éibar, Girona y Alavés están por encima, equipos sin el presupuesto, calidad y nivel del Celta. Athletic Club, Espanyol y Levante siguen al acecho. La última jornada, ante el cuadro granota, decidirá el puesto en el que el Celta acaba la temporada. Pero este tramo final, con una victoria y cinco empates en diez partidos cierra un curso lleno de decepciones en Vigo.