Pablo Cavallero: "Disfruté mucho jugando en Balaídos"

Pablo Cavallero, portero de aquella mítica plantilla celtista que llegó a disputar la Champions League, ha pasado por los micrófonos de los compañeros de la Cadena Ser.

Su trabajo en Argentina

Cavallero repasó su carrera como jugador celeste y su nuevo rol como director técnico del equipo que le vio nacer como profesional, el Club Atlético Vélez Sarsfield: "Estoy trabajando de secretario técnico en Vélez, donde me inicié de niño. Me encuentro muy agusto transmitiendo la experiencia y los valores que uno ha conseguido a lo largo de su carrera. Uno siempre sueña con ser jugador de fútbol. Cuando lo dejas extrañas esa adrenalina que transmite, esa pasión... De alguna forma u otra es bueno seguir ligado al fútbol para no cortarlo de golpe y extrañarlo tanto".

La huella que dejaron Vigo y el Celta

"A mí el Celta me marcó porque fue algo muy lindo. Siempre quise ir a España, llegué al Espanyol de Barcelona donde hice una buena temporada y Víctor Fernández me dio la oportunidad de ir a un equipo competitivo, de seguir creciendo en lo personal. Tuve la suerte de tener a mi segundo hijo en Vigo y después de casi cinco años allí tengo muchísimos amigos con los que sigo conversando y tengo inmuebles en la ciudad, así que estoy muy ligado a Vigo. Al equipo lo sigo cada tanto. En las concentraciones y los viajes con el equipo vemos fútbol español. Me alegra que haya un técnico argentino y para mí es muy importante haber jugado en ése equipo".

Pese a ser argentino, en su país de origen se le recuerda más con la camiseta del club gallego: "Jugué muy poco en el fútbol argentino. En el Celta fue mi etapa de mayor madurez con la Selección, pude ir a un Mundial, una Copa América... El hincha argentino consume mucha liga española, por lo que siempre me identifican, más allá de haberme formado en Vélez, con la camiseta del Celta".

Su recuerdo más bonito es el cariño de la afición: "Me quedo con el cariño de la gente. Llegué en 2001 y aún sigo yendo a la misma oficina bancaria, sigo con los mismos amigos, y más allá del cariño al club se lo tienes a la gente, porque más que ser un futbolista eres un ciudadano más de Vigo. Disfruté mucho jugando en Balaídos, que es un estadio muy bonito para jugar porque es muy amplio. Allí le ganamos a Barcelona y Real Madrid. Hacerte fuerte de local y ganarle a los grandes para mí no tiene precio. El cariño de la gente no era habitual, por lo menos en el fútbol argentino".

Sus éxitos con el Celta

Cavallero formó parte de un conjunto que llegó a una final y jugó competiciones europeas: "Tuve la suerte de agarrar una época donde el Celta empezó a ser relevante de golpe y tuvo alguna que otra inyección económica por las ventas. Lo pasé muy bien, disfruté mucho con el 1-6 con el que le ganamos al Athletic. Con mis hijos me pongo a ver vídeos de mi época en el Celta. Pude atajar varios penaltis decisivos, y eso hizo que destacara entre los hinchas del Celta. Son cosas lindas que con el correr del tiempo le das más importancia. Hice una carrera bastante bonita y son cosas que a uno lo aferran a una ciudad y a un equipo".

Recuerda el paso por la Liga de Campeones como "una temporada hermosa donde el equipo fue creciendo de menos a más en los momentos importantes de la temporada. Es un reconocimiento a nivel deportivo muy bonito hacia el club y hacia el hincha, que va a estar siempre vigente entre la memoria de los aficionados".

 Zamora en la 02/03

Fue algo muy importante para el argentino tras su estrepitoso Mundial de Corea y Japón:  "Venía de no hacer un buen Mundial con Argentina, y gracias al equipo pude conseguir ese premio Zamora, que para mí es muy importante siendo extranjero haber conseguido un premio tan importante en España"

Sobre la final ante el Real Zaragoza

Cavallero tiene una curiosa anécdota: "El día previo al partido, cuando fuimos a entrenar a la Cartuja, el Zaragoza estaba acabando su entrenamiento. Paulo Jamelli estaba lanzando penaltis en la portería más lejana a la nuestra. Lanzó tres penaltis y los tres los pateó a la derecha del portero. Pensé que era muy raro que hiciese eso sabiendo que nosotros le estábamos mirando. Pensé que lo estaba haciendo a propósito para engañarme. En el partido hubo un penalti y decido tirarme a mi izquierda pensando que iba a hacer lo contrario que el día anterior, porque era demasiado evidente. Fui demasiado desconfiado. Más allá de que fuimos superiores, fallamos muchos goles".

 Repaso de la actualidad celtista:

"Tiene un técnico muy vertical, que impone mucho su personalidad, y a veces los cambios de técnico no terminan de agarrar entre los jugadores. Es un técnico que ha hecho buenas campañas en Argentina y México pero España es diferente. Al Celta lo veo en un momento de crecimiento pero por el técnico y los jugadores que tiene sé que va a dar mucho más aún".