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'Súper Guidetti', un fuera de serie con una historia sin igual

'Súper Guidetti', un fuera de serie con una historia sin igual

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María Trigo

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John Guidetti es un jugador fuera de serie, especial, diferente, y lo ha demostrado en muchas ocasiones. Además, es uno de esos futbolistas que tiene una gran historia detrás. En ElDesmarque Vigo hemos repasado su futuro y su presente seleccionando los momentos claves en su vida para felicitarlo por su 24 cumpleaños.

Nadie le ha regalado nada y todo lo está consiguiendo a base de mucho esfuerzo y sacrificio. Allá por donde va levanta pasiones y conquista los corazones de los aficionados por sus acciones dentro y fuera del terreno de juego. Su pasado le dio fuerzas para superar uno de los peores momentos de su vida, cuando tuvo que estar varios meses sin jugar. Ha superado las adversidades de la vida y las deportivas siempre con una sonrisa en la cara.

Por ejemplo, en Inglaterra se convirtió en viral el siguiente episodio: el futbolista iba hacia su casa para ver la final de la Champions entre el Barcelona y la Juventus. Por el camino, en un parque, un niño de ocho años le invitó a jugar. “Luego, tras la final”, se escabulle él. Sin embargo, el niño le cree a pies juntillas y obliga a sus padres a volver al parque tras el partido. Son casi las doce de la noche… y allí estaba Guidetti dándole unos toques al balón mientras esperaba el chico.

Por todo esto y mucho más, hemos decido rescatar todos estos momentos en la vida de Jonh Guidetti.

Jonh Alberto Guidetti nació un 15 de abril de 1992 en Estocolmo (Suecia), pero tiene raíces de muchos lugares. Su abuelo paterno era italiano, de ahí la nacionalidad italiana de su padre Mike, exjugador de rugby. Además, su bisabuelo tiene raíces brasileñas. Si a esto le sumamos que su madre es sueca y que con solo tres años se fue a Kenia, nos sale, sin duda, un futbolista multicutural.

Cuando se fue Kenia empezó a cambiar su vida. Concretamente se asentaron en Nairobi, ya que su padre era el nuevo director en la escuela sueca de dicho lugar. Desde bien pequeñito tenía claro que el fútbol era su gran pasión y en pleno continente africano comenzó a hacer sus primeros pinitos en el mundo del fútbol.

Estuvo allí tres años junto a sus padres y sus dos hermanas, pero a los seis, Guidetti y su familia se volvieron a Suecia porque creyeron que era lo mejor. Allí empezó a jugar en la academia del IF Brommapojkarna, una de las mejores de Suecia, donde creció futbolísticamente a pasos agigantados. El paso del tiempo les demostró que no fue una decisión del todo acertada la de volver a Suecia y cuando el ahora jugador del Celta tenía 10 años regresó con su familia a Nairobi.

El motivo es que echaban demasiado de menos su antigua vida. Guidetti comenzaba una segunda etapa en África, ya con más consciencia y uso de razón.

Ahí ya sí que su dominio de la pelota empezaba a llamar la atención y más cuando venían a ese chico delgado y paliducho jugar contra compañeros negros. Desde luego, era fácil diferenciarlo. Pero allí no solo siguió dando sus primeros pasos en el mundo del fútbol, sino que el valor, el respeto, la igualdad y la solidaridad empezaron a calar dentro de su forma de ser.

Ya con 10 años y con un Guidetti volcado aún más si cabe con el fútbol, su padre Mike convenció a la academia sueca en la que había estado su hijo para que creara una en Nirobi y así fue. Sus deseos fueron escuchados y tras mucho esfuerzo se creo el Impala Bromma Boys, el primer equipo de Guidetti en África.

Pero ni siquiera un momento feliz como ese comenzó bien. "Cuando empecé en el equipo tuvimos que enterrar a nuestro capitán, que se ahogó junto a su hermano cuando iban a bañarse en una piscina de unos ricos después de un entrenamiento", relató el jugador sueco hace apenas unos meses a la revista King Magazine.

Antes de marcharse de Kenia, también jugó en el Lig Ndogo y los Black Stars de Kibera, que a pesar de ser uno de los barrios más pobres de Nairobi, el futbolista lo recuerda como “el mejor lugar del mundo”, según cuenta en El Confidencial. A estas palabras hay que añadir lo que contó en Marca: “Puedes decir que sabes lo que es la pobreza, pero verdaderamente no lo sabes hasta que la ves con tus propios ojos. Yo he limpiado guetos, y me he levantado a las seis de la mañana para jugar al fútbol en ellos. He visto lugares que mucha gente nunca ha visto y que no son agradables. Es muy difícil”.

A pesar de que todo les iba bien, la familia de Guidetti decidió regresar a Europa para ayudar a su hijo a seguir formándose como futbolista. Así, con 12 años estaban todos de vuelta en Estocolmo. “Fue por el fútbol por lo que tuvimos que volver, porque yo necesitaba jugar en Europa. En Suecia había más oportunidades y mi familia tomo esa decisión por mí. Sé que fue bueno y estoy contento de estar aquí”, cuenta John en Marca.

En su regreso a Europa, volvió a jugar en el Brommapojkarna y no tardó en despuntar. Con 14 años anotó 37 goles en 16 partidos en un campeonato juvenil. Esta espectacular actuación despertó el interés de los grandes clubes europeos como la Roma, el Ajax, el Inter de Milán, la Lazio o la Sampdoria. En el Inter, en el que en aquel momento estaba su compatriota Zlatan Ibrahimovic, llegó a hacer una prueba. Su padre, uno de sus ejemplos a seguir y que siempre le ha acompañado, alquiló un Fiat Punto para ir hasta Milán. Cuando llegaron coincidió que era la Semana de la Moda en la ciudad italiana y había bastante escasez de plazas disponibles en los hoteles, así que no les quedó más remedio que usar el coche como dormitorio.

A pesar de todo ello, el equipo que finalmente se hizo con sus servicios cuando solo tenía 15 años fue el Manchester City. En su país, que ya empezaban a frotarse las manos con su nueva joven perla, provocó muchas dudas su marcha a Inglaterra, pero la decisión estaba tomada. El sueco Sven Goran Eriksson, entrenador citizens, lo convenció a base de llamadas e hizo las maletas para poner rumbo a Manchester.

Pero precisamente Guidetti no será excesivamente recordado por su etapa en el Manchester City. Estuvo siete años en la disciplina del conjunto citizen, pero no llegó a disputar ni un partido con el primer equipo en la Premier League, el único que jugó con los ‘mayores’ fue uno de la Copa de la Liga frente al West Bromwich Albion el 22 de septiembre de 2010 y terminó dando la asistencia del único gol del enfrentamiento.

Maravilló con su juego y sus goles tanto en el equipo sub-18 como en los reservas, con los que incluso consiguió anotar un ‘hat-trick’ contra el Burnley. Nada le sirvió al joven sueco para tener un una oportunidad en un equipo lleno de estrellas y hecho a golpe de talonario.

Por ello, tras dos años entre la academia del City, de abril hasta mayo, justo antes del mundial de Sudáfrica de 2010, volvió al IF Brommapojkarna, su equipo de origen, donde siguió haciendo goles y le dio un impuso de moral y calidad a un equipo que no atravesaba un gran momento.

Tras la cita mundialista, Roberto Mancini se lo llevó ese verano a la gira de pretemporada del Manchester City llevó a cabo en Estados Unidos, pero esa campaña tampoco sería la suya y el 25 de noviembre Guidetti se fue decido un mes al Burnley FC, que militaba en la Championsship, la Segunda División inglesa. En el poco más de un mes que estuvo allí, fue titular en dos de los cinco partidos en los que tuvo oportunidades. En total, disputó 167 minutos y logró un gol.

El Burnley no amplió la cesión y volvió al equipo reserva de los citizen, donde siguió marcando y marcando. De hecho, ese curso participó en 15 duelos (1.303 minutos) logrando diez goles y cuatro asistencias.

En el City tenían claro que John necesitaba dar un salto de calidad en su carrera y acertaron. La temporada 2011-12 se la pasó decido en el Feyenoord, jugando la mejor temporada de su carrera.

No le fue fácil a Guidetti recalar en el Feyenoord. El sueco se había comprometido verbalmente con el Twente FC, pero en el último momento decidió cambiar de opinión y no irse al equipo de Enschede. Esta decisión le costó al sueco ir a los tribunales para aclararla. Finalmente, llegó al Feyenoord para vivir una temporada soñada.

El delantero dio en todo momento muestras de su sensacional capacidad de remate y bajo las órdenes de Ronald Koeman se destapó como goleador en un nivel en el que no había tenido oportunidades hasta el momento. De hecho, su buen hacer lo llevó al debut con la selección absoluta de Suecia, formando delantera con su ídolo, Zlatan Ibrahimovic.

Con el cuadro holandés, logró 20 goles en los 23 partidos que disputó, quedando para el recuerdo de todos los aficionados su hat-trick al Ajax de Amsterdam. Todo esto le llevó a ganarse ese apodo que tanto le gusta. Allí, en la Eredivisive se creo ‘Súper Guidetti’. Como no podía ser de otra forma, se ganó por completo a la afición con sus tantos y su peculiar personalidad. Pero de pronto y de forma inesperada su carrera y su vida dieron un giro de 360 grados.

Su novia le preparó una fiesta sorpresa por su 20 cumpleaños, pero no terminó con celebración y felicidad. Al día siguiente del acontecimiento Guidetti se presentó en el entrenamiento del Feyenoord en bastante malas condiciones. Koeman lo vio y no estaba demasiado dispuesto a que se entrenara junto a sus compañeros, pues pensaba que se había pasado con el alcohol. “Vienes borracho”, le dijo el técnico holandés. “¡Pero si yo no he probado una gota de alcohol en mi vida!”, le respondió el sueco.

El caso es que John no se recuperaba, pero no sabía bien qué le ocurría exactamente. El motivo se descubrió días después cuando se desplomó mientras realizaba ejercicio en una bicicleta estática en el gimnasio del equipo. Los médicos se asustaron y empezaron a hacerle pruebas. Los resultados: Guidetti se había infectado al comer un trozo de carne intoxicada en su fiesta de cumpleaños y había contraído un extraño virus que afectaba a sus células y minaba sus defensas.

Su carrera se derrumbó justo cuando más estaba disfrutando del fútbol y cuando mejor le iba. La vida le daba un revés frente al que solo le quedaba luchar para reponerse. Le tocaba empezar de cero.

No pintaban bien las cosas para el bueno de John, que llegó a perder durante algún tiempo su sensibilidad en su pierna derecha. A pesar de todo ello, en Manchester lo esperaban con los brazos abiertos tras ver de los goles que era capaz de hacer y de generar en el Feyenoord, lo que le hizo ampliar su contrato con el City hasta el 30 de junio de 2015.

Tantos meses lejos de los campos de fútbol hicieron que algún desconfiado le propusiera como negocio montar una floristería. Como no podía ser de otra forma, la respuesta del sueco estuvo acorde a su personalidad: “Ya tengo hasta decidido el nombre, se llamará ‘Flores para los que dudan’ y se las enviaré a todos aquellos que no creyeron en mí. No saben cuánto me han ayudado”.

Esta frase resume a la perfección la forma en la que afrontó todo lo que le estaba pasando. Para él, que había visto en primer persona la miseria que puede existir en la vida en Kenia, no era ninguna adversidad que no pudiera superar.

De hecho, su última visita a Nairobi en 2012 hizo que creara una la Fundación para ayudar a la población en la que pasó gran parte de su infancia y a la que sí se quiere dedicar con toda su pasión cuando cuelgue las botas, le hizo recordar la dura realidad que existe en Kenia y en otros lugares del mundo. 

Juntó toda esa fuerza para terminar de recuperarse del maldito virus, que hizo que no volviera a jugar al fútbol hasta el 14 de enero de 2013, en un partido del equipo reserva del City contra el Reading. Como no podía ser de otra forma Guidetti regresó con gol. Siguió marcando y justo un año después de volver a sentirse futbolista el club inglés lo cedió al Stoke City.

Su cesión en el Stoke fue totalmente para olvidar. No fue titular en los pocos partidos que estuvo allí y tuvo sus más y sus menos con el entrenador del equipo inglés, Mark Hughes. En pretemporada la historia se repetía para Guidetti, que debía buscar equipo porque no tenía sitio en el City. Esta vez su destino fue el Celtic, su último equipo antes de recalar en el Celta. 

Su estancia en el conjunto sueco le servicio para resurgir de sus propias cenizas como si de un ave fénix se tratase. Teniendo en cuenta todas las competiciones, disputó 35 partidos (1. 969 minutos) en los que logró 15 goles y dio 12 asistencias. Unos números que se acercaban de nuevo a lo que se pudo ver de él en el Feyenoord.

De hecho, estaban tan contentos con él que una aficionada decir recopilar algunos de los momentos de su etapa en el Celtic con una canción de fondo dedicada a él. En la misma, le dice incluso si se quiere casar con ella:

Además de su talento como goleador, Guidetti demostró de nuevo en el City lo bien que se le da la música y que las cámaras y los micrófonos no suponen para él ningún tipo de intimidación para él como desmotar este vídeo en el que se anima a cantar un rap al que su compañero y amigo Virgil van Dijk le puso la base.

Como quedó claro con el rap que se marcó Guidetti en el Celtic, no le hace falta nada para convertirse en una auténtica estrella de los micrófonos. Durante todo el reportaje se le ha podido ver en los vídeos hacer alguna que otra locura, pero este apartado es exclusivo a algunos de los momentos más divertidos de este 'loco' con causa al que me gusta tomarse la vida com humor y hacer reír a los demás.

Se tratan de anécdotas que dan buena cuenta de su personalidad. En estos tres primeros se puede ver que, a pesar de no haber jugado prácticamente nada con el primer equipo del Manchester City, mantenía una excelente relación con sus compañeros. Guidetti fue víctima de una broma de Joe Hart y Vincent Kompany, quienes no dudaron en interrumpir una entrevista que estaba dando en pretemporada para lanzarle a la piscina.

Tampoco tienen ningún tipo de desperdicios cuando interpretó con suma pasión y esmero un villancico de Mariah Carey con el que el City quería felicitar las Navidades a sus seguidores.

Y, como no, rescatar este baile que se marca en el vestuario del para el deleite de sus compañeros del Manchester.

Ya en el Celta, tras eliminar al Atlético de Madrid en la Copa del Rey en el estadio Viceente Calderón, donde jugó uno de sus mejores partidos con la elástica celeste, le dejó claro a una periodista tras el choque cuál es su verdadero nombre.

También en el currículum artístico de un jugador los cánticos dedicados a su compañero y amigo Milosevic mientras estaba en plena entrevista tras ganar el Europeo Sub 21 con Suecia el pasado mes de junio.

Y precisamente en el festejo por haber conseguido dicho torneo, levantó a las masas y cantó una canción dedicada a la afición y al equipo, volviendo a demostrar que le encanta el rap. 

Guidetti jugó en todas y cada una de las categorías inferiores de Suecia, demostrado su olfato goleador y su capacidad de liderazgo en todas ellas.  Su gran temporada en el Feyenoord le abrió siendo muy joven las puertas de la absoluta, donde debutó el 29 de febrero de 2012 en un amistoso frente a Croacia.

Aquel día cumplió uno de sus sueños: jugar junto a su ídolo, Zlatan Ibrahimovic. Las cosas no le podían ir mejor. Tal era la comparativa en aquella época entre ambos delanteros que al final del encuentro fueron los dos entrevistados. Como se puede ver en el vídeo, John miraba con plena admiración am gran líder sueco, al hombre que tendría en el futuro que relevar e intentar superar.

Años después de aquella imagen y tras perder su lugar en Suecia por el virus de la carne intoxicada, tuvo que esperar más de dos años y medio para su segunda convocatoria. Lo citaron para jugar un amistoso ante Francia en Marsella el 18 de noviembre de 2014 en el que disputó los últimos 23 minutos en la derrota por 1-0 de Suecia. 

Ahora, han vuelto a jugar juntos y lo harán en la Eurocopa de Francia en unos meses, el primer gran evento de Guidetti con la absoluta. No lo tendrán fácil los suecos, que están encuadrados en el grupo E junto a Bélgica, Italia e Irlanda. 

Lo hará después de ser el líder máximo de Suecia sub-21, a la que llevó en verano a conseguir su mayor éxito, el titulo europeo de la categoría. Además, fue bota de bronce del un campeonato en el que marcó goles como este:

Y es que al igual que conquista a los seguidores de los equipos en los que ha estado, Guidetti es todo un ídolo en su país, convirtiéndose en el segundo jugador favorito tras su compatriota Ibra. 

“John, vas a ser el cuarto delantero y eso no es bueno ni para el equipo ni para ti”, le dijo, de frente como siempre, Manuel Pellegrini. Guidetti rehusó las millonadas del fútbol chino y eligió al Celta, entusiasmado por su “idea de juego”. 

A la afición celeste se la ha ganado y no solo por sus actuaciones dentro del terreno de juego, donde con el paso de los partidos ha demostrado todo lo que es capaz de hacer y que ha dejado claro que si Eduardo Berizzo así lo quiere, puede ser titular.

El sueco se ha mostrado muy cercano a todos. Desde su llegada todos pudieron comprobar que no era el típico futbolista alejado de la realidad, sino todo lo contrario. Se muestra amable, pasional y cercano a todos. "Quiero devolver a los aficionados el amor que me dan con goles", dijo el pasado mes de noviembre y lo está consiguiendo con creces. 

Juega en cualquier sitio al fútbol con los más pequeños, como se vio en la playa de Patos. Es habitual que cuando terminan los partido se pare a firmar autógrafos y fotografiarse con los aficionados y le dedica todo el tiempo que sea necesario. Y lo más importante, lo hace con una sonrisa en la cara, aunque para sonrisa la que él le dibujó al celtismo cuando entonó, a capella y en gallego, el himno del Celta.

Un momento mágico para los presentes, que entraron en éxtasis y con el que si había alguna duda, ya se ganó a la afición que lo considera uno de sus ídolos. No será el mejor delantero que ha vestido la celeste en sus más de 90 años de historia, pero sin lugar a dudas, es quien ha calado más rápido en sus aficionados que se vuelven locos con cada acción del sueco.

La última entrega del celtismo de Guidetti se pudo ver el pasado domingo tras la victoria del Celta contra el Sporting en El Molinón, donde celebró el triunfo con la afición como si fuera un ultra más del club. Los demás jugadores e hinchas se unían para cantar el himno del Celta a pleno pulmón, pero el sueco era el jugador que más vivió el momento junto a sus seguidores. Sin camiseta, entonando el himno que se sabe de memoria y lanzándose a la grada para disfrutar de otro momento único e inolvidable.

Y es que está completamente adaptado y feliz en Vigo. Tanto es así que al poco de llegar dijo en una entrevista que por primera vez había comprado muebles para su casa. Un hogar donde espera seguir echando raíces y en el que en septiembre habrá un miembro más, pues John va a ser papá.

Porque Guidetti cumpla muchos años más regalado felicidad y momentos inolvidables al celtismo. 

What a great year really looking forward to 2016 ! Thanks for all the love ! HAPPY NEW YEAR !!!
Un vídeo publicado por John Alberto Guidetti (@johnguidetti) el

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