Mina, pitado en Balaídos

Santi Mina volvía a Balaídos y se va con un sabor de boca agridulce, por un lado se ha llevado un los tres puntos pero no ha tenido un cariñoso recibimiento por parte del que era su público.

Ya antes de empezar el partido, cuando su nombre sonó por megafonia, hubo división de opiniones entre los silbidos y los aplausos pero en el momento que se preparó para saltar al terreno de juego los silbidos ganaron por goleada y apagaron los aplausos que le brindaban parte de los aficionados que aún le guardan cariño de su etapa en Vigo.
El vigués, que debutó en el Celta a las órdenes de Paco Herrera, fue ganando minutos con Luis Enrique en el banquillo y se consagró definitivamente en la segunda vuelta de la temporada pasado cuando respondió a la confianza de Berizzo con un buen rendimiento y sobretodo con su poker al Rayo Vallecano.
Su final de liga llamó la atención del Valencia que puso los 10 millones de su cláusula y puso rumbo a la capital de Turía, cosa que no sentó nada bien en Vigo, sobretodo por sus declaraciones nada más confirmarse el traspaso declarando que era un sueño para ir fichar por el Valencia y que no lo dudó en ningún momento.
Si con Mina ganaron los silbidos con Yoel fue al contrario. Bien es cierto que tan solo se pudo opinar cuando su nombre sonó por megafonia, pero en ese momento se demostró que el portero dejo mejor recuerdo que Mina en la grada de Balaídos.