La cubierta y Florentino: cronología de una polémica

Cuando se hizo oficial el aplazamiento del encuentro que debía enfrentar al Celta y al Real Madrid en la jornada 21 de LaLiga Santander, fueron numerosas y variadas las reacciones que se generaron en torno al asunto. El temporal que azotó Galicia antes y durante el fin de semana del 3 al 5 de febrero del presente año, y que obligó igualmente a aplazar el duelo de Primera entre el Deportivo de La Coruña y el Real Betis, provocó un tremendo revuelo entre la directiva del club blanco, el Concello de Vigo e, incluso, el Deportivo Alavés.

El primero en dar por suspendido el encuentro, sin contar con las instituciones futbolísticas, fue Abel Caballero, alcalde de Vigo. El máximo dirigente de la ciudad olívica recalcó ante los medios: "He estado allí, impresiona. No hay ninguna posibilidad de que se juegue. Técnicos del ayuntamiento y bomberos no garantizan la seguridad. No se puede jugar". Caballero estaba convencido de que el partido tenía que ser aplazado y ahí dieron comienzo las idas y venidas con un duelo que para los blancos se antojaba vital para dar un paso adelante en el campeonato de Liga.
A partir de ahí, el Madrid no fue comprensible. Su respuesta fue cuanto menos vergonzante y digna de una doble moral que aún no se creen en Vigo. Florentino Pérez, a través de un comunicado oficial del club, propuso tres opciones a LaLiga Santander: "El Real Madrid quiere dejar muy claro que, tras conocerse la posibilidad de suspenderse el partido, con más de 30 horas de antelación, propuso a la LFP tres alternativas: primera, que se estudiara la posible reparación de la cubierta del estadio dañada; segunda, la posibilidad del cierre de la grada afectada; y tercera, si las dos anteriores no eran posibles, estudiar la designación de otro estadio cercano para la disputa del partido". 
Tras esto, el club madridista intentó poner más presión anunciando que se iba a desplazar a Vigo a pesar del anuncio de la prohibición.

Llega el Alavés

A todo este revuelo se suma el Deportivo Alavés, que unos días más tarde tendría que disputar el duelo de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey frente al Celta y que entendía que el equipo vigués había hecho lo posible por suspender el partido contra el Madrid y llegar con más días de descanso al encuentro copero. Por ello, pedía también a LaLiga Santander que se estudiaran todas las formas posibles de poder disputar el choque. El comunicado oficial completo del conjunto vitoriano, lo puedes leer aquí.
Una vez pasada la fecha del encuentro, Abel Caballero volvió a entrar en la pelea. Acusó al Real Madrid de ser el responsable de la polémica que se generó en torno a la suspensión del partido, considerando "impropio" de un club como el madridista la "presión" por que se jugara el encuentro.
Para esto también tuvo respuesta el conjunto dirigido por Florentino Pérez: "El Real Madrid lamenta las desafortunadas declaraciones del alcalde de Vigo, Abel Caballero, en las que asegura que este club despreció las medidas de seguridad exigidas para la disputa del partido Celta de Vigo-Real Madrid. Estas afirmaciones del alcalde no solo están fuera de lugar sino que son rotundamente falsas, porque el Real Madrid no ha cuestionado en ningún momento las medidas de seguridad establecidas en el estadio de Balaídos", rezaba el comunicado.