El objetivo: convertir Balaídos en un fortín

El Celta de Vigo se enfrentará este viernes al Girona en el estadio de Balaídos a las 21.00 horas en el partido que inaugura la séptima jornada de liga. Una jornada previa a un nuevo parón de selecciones, al que los vigueses quieren llegar con diez puntos en su casillero, logrando el tercer partido consecutivo sumando. El objetivo es convertir Balaídos en un fortín para relanzar al equipo en la tabla.

 

Mismo once

Las posibilidades de que Juan Carlos Unzué repita el mismo once que derrotó al Éibar en Ipurúa son muchas. El técnico navarro analiza cada rival de forma pormenorizada y salvando las distancias, eibarreses y gerundenses son dos equipos de gran derroche físico y con una capacidad técnica algo limitada. La principal duda es la vuelta de Fontàs al equipo. El Celta quiere tener la pelota y en ese punto Unzué confía en el central catalán para dar salida al juego. Rubén Blanco puede seguir siendo el meta escogido.

No encajar

El Girona se presenta como el equipo perfecto para sumar un tercer encuentro sin tener que lamentar un tanto en contra. El cuadro catalán suma la friolera de más de 420 minutos sin anotar. Empezaron bien con dos goles de Stuani ante el Atlético de Madrid y uno de Alcalá en la segunda jornada ante el Málaga. Pero a partir de ese minuto 28 de su segundo encuentro en la máxima categoría la puntería de los de Machín ha desaparecido. Un dato relevante para un Celta que debe encontrar mayor fortaleza defensiva si quiere remontar su puesto en la clasificación.

Defensa de cinco

Un sistema en desuso, el Girona de Machín juega con tres centrales y dos carrileros largos, donde destaca Pablo Maffeo, cedido por el Manchester City. Las bandas serán el principal peligro del Girona, por lo que Hugo Mallo y Jonny pueden tener ciertos problemas si sus compañeros de ataque no les apoyan. También es posible que ambos laterales no puedan subir con tanta alegría hasta el área contraria. Pero defender con cinco liberará al mediocampo celeste, que no tendrá que pelear con tantas piezas rivales.

Aspas y su gol

El delantero moañés está siendo uno de los grandes perjudicados del sistema de Unzué, la temporada pasada, con la venta de Orellana, acabó ocupando el puesto de extremo derecho. Sus cifras goleadoras se resintieron hasta tal punto que la mayoría de sus tantos llegaron en acciones a balón parado. Con el navarro juega todavía más alejado del área. Aspas necesita empezar a anotar para librarse de la ansiedad que persigue a todos los delanteros que no logran ver puerta tras tantos partidos consecutivos.

Posibles onces