Cuando marcar no es suficiente para ganar
El comienzo de la temporada ha sacado a relucir los males del Celta de Vigo, que se concentran sobre todo en la parte de atrás. De cara a portería los de Unzué están muy acertados, han marcado en las siete jornadas. Goles no han significado más que dos victorias, dejando claro que es la defensa lo que falla.
Y es que el equipo celeste es de los pocos de la Liga que ha marcado gol en todos los encuentros de la temporada. La parcela ofensiva está bien cubierta y con un Maxi Gómez en forma, los goles están asegurados. Tan solo falta que se estrene Iago Aspas para que los tres jugadores que componen el tridente de ataque hasta el momento hayan visto puerta.
Sin embargo el haber marcado en todos, no ha supuesto más que dos victorias a los de Unzué, que tan solo acumulan ocho puntos en las siete jornadas que llevamos. Unas cifras muy pobres teniendo en cuenta que que el calendario ha sido relativamente sencillo. 13 goles a favor que solo valen 8 puntos.
Al equipo gallego ha comenzado ganando en seis de las siete jornadas, y como apuntábamos, solo ha terminado en victoria dos encuentros. La alegría del gol le dura poco, como muestra por ejemplo el partido del pasado viernes ante el Girona, en el que al minuto y medio de marcar Pione Sisto, Portu ya había puesto las tablas. Segundos después, el Girona daba la vuelta al marcador.
Ya son 10 puntos los que ha perdido el equipo estando en ventaja en el marcador, cinco de ellos a partir del 85, lo que deja en evidencia que los problemas se encuentras en la parcela defensiva. Una zaga muy blanda, que no para de generar dudas, que al mínimo que le aprietan le generan muchos apuros. Un problema grave teniendo en cuenta los rivales que quedan en el calendario.
