El Celta le da vida al Málaga

El Celta de Vigo resucitó al Málaga en La Rosaleda, que esta noche vio la primera victoria de su equipo en Liga. Los de Unzué no supieron igualar la intensidad de los locales en la primera mitad y en la segunda un penalti en contra terminó valiendo la derrota.

 
Unzué no sorprendió con el once con el que saltó a La Rosaleda pese a que había anunciado rotaciones en defensa. Rubén, tras superar las molestias en la cadera, volvió a hacerse con la titularidad en la portería, que en los últimos encuentro fue defendida por Sergio. En defensa y en el centro del campo no hubo ninguna sorpresa, ni tampoco en ataque. La baja de Emre Mor de última hora obligó a Unzué a volver a jugar con un nueve fijo, y en esta ocasión Gómez volvió a ser el elegido para desempeñas esa función, después de que Guidetti lo hiciera en Copa ante el Éibar.

El Málaga, a por todas

Salió el Málaga a por todas a sabiendas de la necesidad imperiosa que tienen de conseguir puntos, y desde el primer minuto fue quien protagonizó las principales acciones de peligro. El Celta esperaba atrás bien replegado en busca de alguna contra.
Avisaba y avisaban los locales, que a punto estuvieron de adelantarse en el marcador con dos disparos lejanos. Primero lo intentaba Juanpi con un chut desde lejos, que obligaba a Rubén a hacer una gran estirada para mandar el balón a córner. En el rechace del saque de esquina, fue Rosales quien probó desde larga distancia, pero su tiro se marchó alto.
Pero quien más peligro creó fue Peñaranda. El joven atacante venezolano volvió loco a Hugo Mallo por banda izquierda con sus quiebros, y a punto estuvo de marcan el gol de la jornada. Tras una gran acción individual en la que se fue de hasta tres defensores celestes, buscó el gol por la escuadra y el tiro se marchó fuera.

Sin profundidad

El Celta esperaba atrás aguantando las embestidas de los locales, defendiéndolas como podía. Tuvo bastante posesión en algunos tramos de la primera mitad, en la que los hombres de Unzué intentaron bajar el ritmo alto del partido que estaba imprimiendo el Málaga.
Pero las posesiones no fueron suficientes. El Celta tocaba y tocaba, pero no era capaz de crear peligro. Le faltó profundidad al equipo para romper las líneas de la zaga malaguista que apenas sufrió. Tan solo llegó con peligro el Celta en una ocasión, un centro de Hugo Mallo, que Aspas cabeceó alto en el primer palo.

Un gol cantado

Seguía y seguía buscando el gol en Málaga con muchas llegadas, y finalmente el tanto llegó. Hasta el añadido hubo que esperar para ver el primer tanto del partido, obra de Adrián González de cabeza, en una jugada en la que tras varios malos despejes de la zaga celeste, el mediocentro malaguista anotó a puerta vacía. Merecía el gol el equipo local tras las múltiples llegadas sobre la portería de Rubén.
Todo siguió igual tras la reanudación. El Celta no conseguía entrar en el partido. El Málaga le había impuesto un ritmo muy alto que los de Unzué no fueron capaces de igualar. Imprecisiones en los pases y cero ocasiones. El primer disparo de los celestes en la segunda mitad llegó en el minuto 65, un tiro de Lobotka mordido, que se marchó fuera.

El Despertar

El Málaga no pudo aguantar el ritmo frenético los noventa minutos y el Celta lo aprovechó para generar peligro. Primero por alto, en el saque de una falta botada por Pione Sisto, que terminó con gol de Iago Aspas, anulado por fuera de juego.
Pocos minutos después era el 'Tucu' quien tuvo el gol del empate en sus botas. Hugo Mallo centró un balón raso al área pequeña que no pudo rematar Pablo Hernández por milímetros.
Y el arreón del Celta dio sus frutos. En el minuto 75 Iago Aspas ponía las tablas en el marcador. El de Moaña recibió un centro de Pione Sisto que remató con el hombro y se coló en la portería de Roberto.

Con toda la artillería

Cuando más atacaba el Celta y sufría el Málaga tras el gol del empate, los locales se encontraron con un penalti a favor por una mano de Cabral dentro del área. Recio asumió los galones de capitán y no falló desde los once metros engañando por completo a Rubén.
Con un 2-1 en contra y a falta de siete minutos para el final, Unzué dio entrada a Guidetti en busca del empate a la desesperada. Empate que estuvo en las botas de Maxi Gómez. Tras una falta a favor, el delantero uruguayo cruzó un balón que sacó con el pie Roberto.
Tuvo ahí el empate el Celta, pero finalmente los tres puntos se quedaron en La Rosaleda, que vio como el Málaga consiguió su primera victoria de la temporada ante un Celta que estuvo desaparecido en la primera mitad.
 

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