Rubén también ganó su derbi particular

El derbi de las porterías también se lo llevó el Celta, en este caso Rubén Blanco que firmó una muy buena actuación sosteniendo al Celta en momentos clave. Fue mejor su partido que el del otro Rubén Martínez, el del Deportivo. Blanco fue más decisivo que Martínez y se llevó la particular disputa entre los dos porteros gallegos.

Era la primera vez en los últimos sesenta años que coincidían dos porteros gallegos en un O Noso Derbi. Se enfrentaron la juventud contra la veteranía y en esta ocasión ganó la juventud. Rubén Blanco estuvo muy seguro bajo palos y con el juego con los pies, y el Celta lo notó en los momentos que sufrió más por la presión del Deportivo.
De no ser por él, el guion del partido podría haber cambiado radicalmente. Pocos minutos después del gol de Wass que abrió el marcador, Emre Çolak se sacó un zurdazo desde la frontal que iba muy bien dirigido a la cepa del poste, pero ahí apareció el portero de Mos para repelerlo y evitar así el gol del empate.
Rubén Martínez nada pudo hacer en los dos primeros goles del Celta, ante lo que se encontró solo. La efectividad del los atacantes celestes no pudo ser remediada por el cancerbero de Coristanco, que en el segundo gol de Iago Aspas sí pudo hacer algo más. El de Moaña botó muy bien la falta con su pierna izquierda y Rubén pecó de confianza pensando que llegaría bien a rechazar el cuero, pero el esférico llevaba una curva que hacia afuera que terminó de confundir al portero que solo pudo rozar el balón sin impedir el gol.
Rubén Blanco no tuvo una noche perfecta porque Andone aprovechó un desbarajuste defensivo del Celta para rematar a bocajarro y conseguir el primer tanto de los deportivistas. En una noche triunfal para su equipo, el mosense no pudo dejar su portería imbatida. Además en los últimos instantes del partido se las vio con los Riazor Blues que estaban detrás, que increparon al portero por perder tiempo en los saques y que terminó viendo una amarilla por ese motivo.