Un CAI sin rebote sucumbe ante Unicaja (77-69)

El CAI Zaragoza cayó en la cancha de Unicaja de Málaga en un partido marcado por la enorme diferencia de rebote entre ambos equipos.

Dicen los que saben que el rebotes es más una cuestión de actitud que de centímetros. De ser así, la falta de actitud ha condenado al CAI Zaragoza a la derrota en el Martín Carpena. Un partido entre dos equipos en horas bajas, que respondió a las espectativas y en el que el CAI mostró incluso más carencias que su rival.
Ambos equipos llegaban mal al encuentro y eso se notó. En unos primeros minutos igualados, los errores se repartían con igualdad. Era Unicaja quien lograba las primeras rentas, alcanzando los cinco puntos poco más allá del ecuador del primer cuarto (11-6). Conseguía responder el CAI, gracias a los mejores minutos del equipo con un buen Norel y el acierto de sus exteriores, incluso de Linhart y Benzing, más bien desaparecidos durante buena parte del choque. Solo una canasta de Jackson en los últimos segundos deshacía la igualdad para alcanzar el final del primer tiempo con 22-20 en el electrónico. Con los mismos ingredientes comenzaba el segundo cuarto, máxima igualdad y reparto de errores. El CAI se ponía a trabajar en defensa, logrando que su rival sufriera lo indecible para lograr anotar; pero lo que Unicaja perdía en ataque, lo ganaba en el rebote. Segundas, terceras y hasta cuartas opciones para culminar canastas que sumaban puntos y minaban la moral de un equipo frágil como es el rojillo. Así lograban los andaluces volver a estirar la ventaja hasta el 42-34 con el que se llegaba al descanso.
Unicaja zarandeba al CAI en la reanudación, logrando nuevas máximas que superaban ya la decena de puntos. Tras dos minutos de impás, en el que ninguno de los dos equipos lograba anotar, parecía renacer el CAI. Unicaja marcaba una nueva máxima en quince y a partir de ahí, el trío Kravtsov-Jelovac-Benzing, se encargaba de creer en que la victoria todavía era posible. Eran los tres los que tiraban de la anotación del equipo aragonés para reducir la ventaja hasta el 60-50 con el que se llegaba al final del tercer cuarto. El equipo rojillo se refugiaba en la zona que atascaba nuevamente el ataque de los malagueños, que se mostraban incapaces de anotar. Kravtsov se ponía el mono de trabajo, si es que alguna vez se lo quita y picando piedra bajo el aro era capaz de poner al CAI a tan solo 5 puntos de su rival, 63-58. Apenas Benzing era capaz de darle la réplica al pívot ucraniano para intentar dar caza de manera definitiva a Unicaja. Incluso ahí, con el partido en un pañuelo y el final en el horizonte, el rebote volvía a condenar al CAI, que le regalaba oportunidades nuevamente a los malagueños, que no las desaprovechaban y condenaban al equipo aragonés a seguir sufriendo y a volver esta vez a casa sin lograr la victoria.
Estadística del Partido