El clásico aragonés respira
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
No las tenía todas consigo. “Ya pensaba que con Ratón nos la habían cascau”, se apresuró el domingo a decirme el clásico aragonés. Los partidos del meta gallego, que se contaban por ‘ni una mala palabra ni una buena acción’ terminaron su periplo insulso el pasado domingo. Ante el Mallorca, Ratoncico fue por primera vez Súper Ratón y salvó dos puntos al Real Zaragoza. Ya era hora de que el portero, en el que tanto confía César Láinez, manoteara fuera dos pelotas de las que siempre le iban dentro.
“Maño, el domingo me figuraba que le crecía pelo a César en la segunda parte. Qué manera de sufrir tiene ese mozo en la banda. ¡Aún le veo con melenas!”, reía nuestro más cabezudo seguidor. La alarmante falta de respuesta física del equipo en las segundas partes tiene loco al clásico aragonés y a todo su pueblo, Ainzón. “Yo les pinchaba extracto de pichiniglato en el descanso o un buen vasico de Santo Cristo”, comenta, inconsciente de las maldades del doping furtivo.
“Y el Angelico, maño, el Angelico. Da más mal que un gamusino. Ay si hubiera estado un poquico más acertado en la temporada…otro gallo hubiera cantau”. Con 18 brevas, Ángel sigue generando un debate callado a base de goles. Eso sí, el clásico aragonés tiene claro que en futuro del Zaragoza pasa por Ángel. “¡Hay que renoválo como sea!”, dice apurando el vaso, antes de marcharse dejando en el aire una última reflexión. “¿Y van a quitar a Cesicar de entrenador si acaba la temporada sin perder un partido pa’poner a ese que no conocemos nadie? Chico que cosas más raras se ven últimamente. ¡Ni en fiestas!”.