Cómo no te voy a querer...

Dice la canción `Cómo no te voy a querer, si te he visto ganar 6 Copas del Rey´, un estribillo acuñado a base de triunfos en la competición del k.o. No en vano, el Real Zaragoza ha escrito en la Copa las páginas más brillantes de su historia. Tanto, que trasladó a Europa su reinado en España, para ser campeón continental con los inolvidables `Cinco Magníficos´ y la siempre presente `Quinta de París´.  

Hoy, en el día de los enamorados –en la sociedad del consumismo, el 14 de febrero hay que quererse sí o sí-,  yo quiero confesar mi amor por el Real Zaragoza. Hoy, y todos los días, quizás más cuando no se gana, que es cuando notas cómo y cuánto duelen las derrotas de tu equipo. Es más, hoy mi amor hacia el Real Zaragoza es más por la forma, por las sensaciones, por el giro de 180 grados de las dos últimas semanas, que por los 3 puntos sumados en el campo de un rival directo.
Llevamos los zaragocistas tantos sinsabores acumulados que ya toca llenar de alegrías la mochila camino de Primera.  Creo, sinceramente, que las victorias del Real Zaragoza frente al Leganés y el Córdoba son el punto de inflexión que se necesitaba para volver a soñar. Con los pies en suelo, que no se ha hecho nada todavía, pero qué menos que creer en el ascenso después de superar dos graves crisis que se han llevado por delante a Martín González y a Popovic, y ha provocado una revolución en el mercado de invierno en forma de fichajes.
Hoy no voy a hablar ni de Carreras ni de los futbolistas –ya dije en otro LIBRE Y DIRECTO que era su hora, y la verdad es que están cumpliendo con creces-, hoy, sin que sirva de precedente, quería contar que debajo del periodista siempre hay un hincha, y que mis colores son el blanco y el azul, que llevo en el pecho un león rampante. Sé que hay quien me va a decir que esto es una tribunada en toda regla, que qué más da el que equipo del que sea,… Esa afirmación tiene respuesta, la llevo tarareando todo el día, `cómo no te voy a querer…¨