Virtud defensiva y problemas en ataque

Gran sensación defensiva, pero demasiados problemas en ataque. El Real Zaragoza empataba a cero frente al Deportivo Alavés en un encuentro en el que volvía a faltar llegada y gol. Los blanquillos apenas concedieron ocasiones y se llevaron el torneo en la tanda de penaltis. Los de Milla siguen sin recibir tantos, pero evidencian su poca presencia ofensiva.

Exigente test frente a un equipo de Primera División sobre el césped de Olaranbe. En la quinta prueba de la pretemporada, Luis Milla ponía sobre el césped el once formado por Irureta en portería; Isaac, Cabrera, Popa y Rico en defensa; Zapater, Erik Morán y Pombo en el centro del campo; Cani y Xumetra en bandas; y Ángel como hombre más adelantado.
La primera gran ocasión del encuentro sería para los locales. Una llegada por el costado izquierdo terminaba con un remate de cabeza de Santos que se marchaba por poco a la izquierda de la portería defendida por Irureta. Sin embargo, intentaba mandar con el balón el Real Zaragoza en los compases iniciales del duelo. Una posesión que no lograba administrar para llegar con claridad a la meta de Pacheco.
Las tímidas aproximaciones de un Ángel demasiado aislado no eran suficiente. Por su parte, el Deportivo Alavés trataba de crear peligro en acciones a balón parado. Pombo probaba fortuna con un disparo desde la frontal del área, pero su intento se perdía desviado por encima del travesaño. Con el 0-0 inicial, encaraban ambos conjuntos el túnel de vestuarios en el ecuador del duelo.
Ya en los segundos 45 minutos, comenzaba el partido demasiado brusco. Xumetra y Erik Morán veían la cartulina amarilla después de una entrada y una tángana. Tendría Ángel la ocasión de adelantar a los suyos tras un gran centro de Diego Rico. Sin embargo, su remate lo detenía Pacheco para salvar al Alavés en el minuto 55 de encuentro.
Movía el banquillo Luis Milla, dando entrada a Casado, Fran Rodríguez y Wilk, y se marchaban del campo Isaac, Cabrera y Zapater. Lo intentaba el cuadro vasco con un remate de Dayverson que conseguía parar Irureta bajo palos. Seguían los cambios en el equipo aragonés, con la entrada de Raúl Guti, Álex Barrera y Dongou. Repartía minutos así Milla sobre el césped de Olaranbe.
Buenacasa saltaba también al terreno de juego, pero los zaragocistas no inquietaban a Pacheco. Mientras, el Deportivo Alavés buscaba sin demasiado éxito las llegadas de Sobrino y Deyverson. Precisamente era el delantero del cuadro local el que lo intentaba con un disparo lejano que se perdía a la izquierda de la puerta aragonesa. Finalizaban los 90 minutos y el partido se resolvía en la tanda de penaltis. Allí, el Real Zaragoza se mostraba menos desacertado que el Alavés y se llevaba el torneo Virgen Blanca con una parada de Irureta en el último lanzamiento.