Pombazo en Los Pajaritos

La tarde en Soria prometía fútbol. Todos los precedentes del duelo y, sobre todo, lo que había en juego hacían augurar un duelo movido. La idea era dar un puñetazo encima de mesa en la competición y vaya si se dio. Salió el Real Zaragoza más metido y el primer cuarto de hora fue suyo. Los balones pasaban por Eguaras y los de arriba conectaban con facilidad.

En esos primeros compases fue Benito el que encontró el camino correcto para meter un buen centro envenenado que despejó un defensa poniendo en un aprieto a Munir. De esa acción salieron dos jugadas de peligro más. En uno de los tres saques de esquina consecutivos, Eguaras hizo emplearse a fondo al meta marroquí. También pudo anotar Borja en un remate de cabeza que realizó completamente sólo, pero fue demasiado tímido.
La manija del partido era zaragocista gracias a una buena circulación de balón y a la presión que había realizado el equipo de Natxo González sobre las línes de creación sorianas. Zapater se asomó al área tras un buen servicio de Buff. El suizo entró por Febas en el once y se le vio muy activo dejando detalles de su calidad.
Tanto fue el cántaro a la fuente que acabo rompiéndose. Perone buscó profundizar, el intento lo hizo bueno Buff con un taconazo y Pombo aprovechó el presente para anotar la primera diana del partido. El canterano está de dulce y definió a la perfección ante Munir. 
La grada de Los Pajaritos, con 3.000 aficionados blanquillos, festejaba aún el gol del canterano cuando Del Moral puso la igualada en el marcador. La jugada se originaba en un saque de esquina, el balón se quedó muerto en el área y el más listo fue el atacante del Numancia.
El gol en contra cayó como una losa en el juego del Real Zaragoza. A partir del minuto 20 el balón cambió de dueño y se hizo numantino. Los de Natxo bajaron prestaciones en esa presión que le estaba funcionando y no carburaba. Sólo hubo que lamentar un susto a tiro de Pere Milla, al margen de alguna otra llegada que solventaron bien los zagueros zaragocistas.
Hubo tiempo para lamentar una lesión a cinco minutos del descanso. Alberto Benito se lanzó a cortar un balón, Cordero Vega pitó falta y él lateral se quedó doliéndose en el césped hasta que fue sustituido por Delmás. El árbitro cántabro no quiso ver un claro penalti sobre Buff al fin del descanso y el primer acto se cerró con tablas.
El suizo se tuvo que marchar lesionado y Febas saltó al campo. Los primeros minutos de la segunda mitad fueron de sufrimiento. El Numancia se volcó sobre la portería de Cristian y el partido se ponía peligroso. Lasure salvó bajo palos un gol cantado de los sorianos. Pero el Zaragoza se estiraba con peligro con un Borja Iglesias que no tenía su tarde. Sus cabezazos eran nefastos. 
El duelo era de ida y vuelta. Cristian se tuvo que emplear a fondo en un tiro de Nacho. En un guión similar a los minutos anteriores, Lasure volvió a buscar a Borja, esta vez por debajo, pero el delantero no llegó a otro buen servicio de su compañero. Nacho, que salió con mucho peligro tiró un buen desmarque, pero Cristian le aguantó bien el mano a mano.
El partido lo quiso coger el Zaragoza. Zapater y Febas combinaron bien y encontraron a un Pombo que no quiso desaprovechar el segundo regalo de la tarde. El canterano fusiló al guardameta e hizo el 1-2. 
La tarde se ponía bien para los de Nato González, pero el Numancia se lanzó a por el empate y hubo que sufrir. Los sorianos quisieron, pero no pudieron. El Zaragoza presenta su candidatura al ascenso.