La Romareda aguarda en silencio

El Real Zaragoza realizó la última sesión previa al encuentro frente al Bilbao Athletic en el estadio municipal de La Romareda.

El coliseo zaragozano amanecía bajo las nubes y con la humedad procedente de la lluvia caída durante la noche, a la espera de que los jugadores del Real Zaragoza saltaran al campo. El silencio era norma, en un escenario que en poco se asemejará a lo que suceda mañana, cuando la afición acuda al estadio para arropar a su equipo.
Como durante las últimas semanas, el buen ambiente era la nota dominante en un equipo que cree profundamente en sus posibilidades para alcanzar el ascenso directo; tanto, como para contagiar al técnico blanquillo, el siempre prudente Lluís Carreras.
Tras las bromas del inicio, comenzó la hora de trabajar con seriedad, otorgándole una especial importancia al balón en una sesión cargada de intensidad en las horas previas a enfrentarse al colista de la clasificación, que pese a no jugarse nada, será un equipo complicado de batir en un escenario que se presenta como el mejor escaparate de la categoría para hacer méritos de cara al futuro de los 'catxorros' del Athletic de Bilbao.