Sin tiempo para pensar

El Real Zaragoza ha vuelto a entrenar apenas doce horas después de que finalizara el partido frente a la SD Huesca y ya con la mente puesta en el Real Oviedo.

El calendario no permite ni un momento para la relajación, mucho menos en esta semana, en la que en apenas ocho días, el Real Zaragoza se juega buena parte de sus aspiraciones a lograr una plaza que le permita seguir aspirando al ascenso. Después de perder frente al Nàstic y empatar ante la SD Huesca, el próximo rival que pisará La Romareda será el Real Oviedo.
En la sesión de entrenamiento de hoy, la primera tras el encuentro en El Alcoraz, se ha podido ver un ambiente de cierta decepción después de empatar un partido que el equipo blanquillo tenía bien encarrilado al descanso, al que se llegó en ventaja y con un jugador más para afrontar la segunda parte. Sin embargo, los oscenses reaccionaron y lograron arañar un punto, lo que complica la situación del Real Zaragoza de cara al playoff.
Por eso, los jugadores han saltado al césped de la Ciudad Deportiva con rictus serio y ganas de olvidar cuanto antes los dos últimos tropiezos. Tras los primeros ejercicios, los que fueron titulares ayer, salvo Dongou, se han marchado para llevar a cabo su proceso específico de recuperación. Para los demás, balón y más balón. Lluís Carreras sigue buscando la mejora de la circulación de balón y por eso se ha ejercitado el pase, especialmente el primer toque.
Solo dos sesiones de entrenamiento realizará el Real Zaragoza entre el encuentro de El Alcoraz y el próximo frente al Real Oviedo. El último, será mañana en el estadio municipal de La Romareda.