Chus Herrero, el enemigo infiltrado

El jugador zaragozano ha sido una de las piezas clave de la UE Llagostera durante la temporada en la Liga Adelante.

No pocos han sido los jugadores con pasado zaragocista que pueblan las distintas categorías del fútbol español. Uno de los daños de la época de Agapito Iglesias al frente del Real Zaragoza es también la ausencia de jugadores formados en la cantera en la plantilla del primer equipo, sustituidos por proyectos megalómanos que acabaron con el equipo en Segunda División y en grave riesgo de desaparición.
Uno de los jugadores que perdieron la oportunidad de hacer carrera en el Real Zaragoza fue Chus Herrero. El defensa zaragozano se formó en las categorías inferiores del equipo blanquillo hasta que el 27 de octubre de 2005 llegó su oportunidad en el primer equipo. En el minuto 39 de un partido de la Jornada 11 de la Primera División española, sustituía a Álvaro Maior, para hacer pareja junto al Mariscal, Gabi Milito. Tres días después, y ya como titular, repetiría pareja de centrales ante el Málaga, en ambos casos, con el mismo resultado, 1-1. Aquella 2005-06, sería la primera temporada de Chus Herrero con el primer equipo, alternando la Primera y la Segunda División B.
La 2006-07 fue su primera temporada íntegramente en el primer equipo del Real Zaragoza. Jugó trece partidos, tres de ellos en Copa del Rey y el resto, el Primera División y casi todos, como titular; siempre aprovechando los minutos que le ofrecían las ausencias en defensa de jugadores como Milito o Sergio. El proyecto, creado para buscar opciones europeas, se tambaleaba en luchas más discretas, sobreviviendo a duras penas por mantener la categoría. Era la temporada 2007-08 y Chus Herrero mantenía un papel secundario; volvía a disputar apenas diez encuentros, aunque Milito ya no estaba y su lugar lo ocupaba un renqueante Ayala. Ya en Segunda, en la 2008-09, Chus Herrero se convertía en un hombre importante para Marcelino García Toral, eso sí, desplazando su posición hacia el lateral derecho. Así, disputaba 22 encuentros en la temporada en la que el Real Zaragoza lograba volver a la Primera División, la última en la que Chus Herrero vestiría la elástica del equipo aragonés.
La polivalencia que había mostrado la temporada anterior le abrió las puertas del FC Cartagena. En el equipo murciano consiguió hacerse un hueco, poco a poco, logrando un nombre en la categoría de plata del fútbol español. Anotó incluso su primer gol, algo que no había conseguido con el Real Zaragoza, lo hizo, como no, en un 1-1, ante la Real Sociedad, el 25 de abril de 2010. Como un capricho del destino, volvía a sucederle nuevamente lo mismo. En su tercera temporada en el Cartagena, el equipo se veía abocado al descenso, aunque en esta ocasión, a Segunda División B. Aquella era ya la temporada 2011-12 y Chus Herrero contaba ya con 27 años y la experiencia suficiente como para fichar por un equipo con más nombre. Lo haría por el Girona FC, que con Rubi en el banquillo y Chus como habitual en la mayoría de las alineaciones, el equipo a punto estuvo de conseguir el ascenso, quedó cuarto, solo por detrás de Elche, Villareal y Almería. Con la marcha del técnico, el rumbo del Girona se indefinía y el equipo vivió una temporada complicada en la que pasaron hasta tres entrenadores; una irregularidad que también sufrió el propio jugador, que pasó de no contar para Ricardo Rodríguez, a entrar en los planes de Javi y ser prácticamente fijo en la recta final, con Machín.
De Girona a Valladolid y el reencuentro con el que quizá haya sido el entrenador que más haya sido capaz de sacar de Chus Herrero, Rubi. Otra buena temporada del equipo albivioleta, con Chus Herrero como secundario, disputando dieciséis partidos en una temporada en la que el equipo castellanoleonés alcanzó la promoción, cayendo frente al que luego fuera verdugo también del Real Zaragoza, la UD Las Palmas. Y así, llegamos a la presente campaña. Chus Herrero es a estas alturas un central con veteranía, capaz de liderar la defensa de una UE Llagostera, que ha sufrido en exceso fuera de casa. Como si de un bucle se tratara, en esta ocasión han sido necesarias cuatro campañas para que nuevamente Chus Herrero viva un nuevo descenso. Una circunstancia que se certificará en un último partido en el que el defensa se verá las caras ante el que siempre será el equipo de su vida, el Real Zaragoza.