Rectas finales sin gasolina

Al Real Zaragoza no le sientan bien los finales de temporada. Desde que volvió a Segunda División el equipo parece ir falto de gasolina en la recta final de la Liga Adelante. El último caso ha sido esta temporada donde el ridículo histórico de Palamós no hizo sino confirmar las malas sensaciones de las últimas jornadas. Pero la realidad es que no es algo nuevo. Con Víctor Muñoz y con Ranko Popovic, la situación fue muy parecida. 

Si nos remontamos a la temporada 2013-2014, el Real Zaragoza que cogió Víctor Muñoz terminó la temporada en la posición número 14. Los números del equipo en las siete últimas jornadas fueron casi catastróficos. De 21 puntos que tenía en juego el equipo blanquillo solamente fue capaz de sumar 6, ganando un partido de esos siete y empatando otros tres. De hecho, aquel curso el equipo aragonés solamente terminó cuatro puntos por encima del descenso, que marcó el Castilla. 
El curso pasado tampoco fue una excepción. Con Ranko Popovic, tras la marcha de Víctor Muñoz, las últimas jornadas del equipo aragonés fueron de una angustia total. Si bien el Real Zaragoza terminó metiéndose en unos playoff que casi le dan el billete a Primera División, lo cierto es que la última jornada se metió en la promoción porque la Ponferradina no fue capaz de ganar su partido.
Si tomamos como referencia otra vez las siete últimas jornadas, el equipo blanquillo mejoró en algo los registros con Víctor Muñoz, pero tampoco para tirar coheter. De 21 puntos en juego, el serbio recolectó 9 de ellos. En la antepenúltima jornada, el Real Zaragoza conquistaba el José Zorrilla y ganaba 1-3 al Real Valladolid, sin embargo llegó sin fuerzas -y sin Borja Bastón- a las dos últimas jornadas en las que perdió 0-2 contra Las Palmas y empató 2-2 en casa del Leganés. 

Soria y el punto de 'no retorno'

Este curso, con Lluis Carreras en el banquillo, el Real Zaragoza llegó desfondado al tramo final de la Liga Adelante. Volviendo a tomar esos siete partidos de referencia, el catalán ha sumado 9 puntos, los mismos que logró Popovic el curso pasado. El problema, más que en los números, ha estado en la actitud de los jugadores. Y es que a falta de seis jornadas, el equipo se dejaba empatar un 0-2 en Soria y a partir de entonces no volvió a ser el mismo. 
Hasta el propio Narcís Juliá lo reconocía en su comparecencia ante los medios: "En ese partido algo pasa en los jugadores. El último tramo de la temporada, tras ese partido, nos tiene que hacer pensar a la dirección deportiva. Porque perdimos ante el Nástic, empatamos en casa del Huesca siendo nosotros uno más y ganamos al Oviedo en casa jugando un partido muy malo". Sin olvidar, por supuesto, la vergüenza histórica de Palamós contra la Llagostera...